Prohibido decirle gordo al presidente de Corea del Norte

 

Kim Jung Un ha subido 40 kilos de peso


Desde que Kim Jung Un asumió como presidente de Corea del Norte en diciembre de 2011 ha subido 40 kilos de peso.

Hace casi cinco años cuando Kim Jung Un sustituyó en el poder a su padre Kim Jung Il –que a su vez había substituido en el poder al abuelo Kim Il Sung, héroe de la lucha contra la ocupación japonesa en la Segunda Guerra Mundial y fundador de la República Democrática y Popular de Corea–, el tercero de la dinastía pesaba 90 kilos.

Hoy pesa 130. Lo cual ha derivado de manera inevitable en la generación de burlas, memes, chistes y referencias al jefe de Estado como el de Kim Tercero el Gordo. Lo anterior por supuesto en el extranjero porque hacerlo en Corea del Norte podría significar incluso la pena de muerte en virtud de que Pyonyang es la capital de un país en el que la libre expresión no es ni mucho menos el más protegido de los valores.

En este sentido, Rupert Wingfield Hayes, corresponsal de la BBC en el país fue expulsado por haber descrito a Kim Jung en uno de sus reportes como una persona corpulenta. Ante la obesidad mórbida de Kim Jung Un, el gobierno chino, por lo demás el aliado más cercano al régimen norcoreano, ha bloqueado en las redes sociales chinas términos como gordo u obeso en relación al presidente de Corea del Norte con el objetivo de evitar que las burlas se propaguen. La expresión Kim Tercero el Gordo, por ejemplo, ha desaparecido por completo de las redes sociales. Todo esto nos habla de la verdadera naturaleza del propio Kim, de su régimen y del régimen chino en relación a garantías tan básicas como lo es la libertad de expresión.