Pulso financiero

MARCELO LARA

Otro tema que, sin duda, está preocupando a las finanzas de los capitalinos que se vieron afectados por el sismo del 19 de septiembre es la devaluación de sus predios, según la zona sísmica en la que se encuentran dentro de la ciudad. Y es que no es un tema nada menor dado que en el sismo de 1985 el costo de las propiedades se desplomó después del terremoto hasta en 30 por ciento del valor catastral y comercial de las mismas.

Según información de algunas casas inmobiliarias el sismo amenaza el crecimiento y la popularidad de colonias históricas y representativas de la ciudad, como lo son la Roma y la Condesa.

Cabe señalar que la delegación Coyoacán fue una de las que padeció mayores estragos durante y después del movimiento telúrico, seguida de otras delegaciones como Gustavo A. Madero y Tlalpan.

La especulación es un tema que les puede jugar en contra pues las interrogantes para muchos propietarios es si valdrá la pena y el costo reparar el inmueble o mejor venderlo a un precio barato para mudarse a otro sector de la ciudad.

La compra de inmuebles en definitiva tiene que verse mermada con estos fenómenos naturales, ya que las personas que tenían planes de comprar una vivienda están en una situación de espera ante la incertidumbre de las variaciones en los precios. En contraparte la renta puede ir en aumento ya que las personas que vieron afectados sus inmuebles por el sismo deciden buscar de manera rápida otro alojamiento.

Otro tema es que las personas no quieren irse de las zonas afectadas, por el tema de las cercanías con sus trabajos o escuelas ya que esto les impacta en el bolsillo en el tema de transporte público o particular, así como el tiempo.

Otra opción que tienen los propietarios para ganar es vender como terrenos o demoler la casa si es muy costosa la reparación y vender el predio. En caso de condóminos se puede vender el terreno y se reparte entre los dueños del condómino. Aquellos propietarios que tenían una hipoteca y sufrieron daños en la vivienda van a tener que ir a la institución financiera a revisar la situación del crédito, pues lo más viable es que se cobre el seguro para reparar, asignar otra vivienda o cancelar el crédito. En conclusión la gente se debate entre el temor y defender su patrimonio.

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