Régimen actual vs antiguo régimen

 

Sin lugar a dudas el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sigue siendo el mayor activista del Movimiento de Regeneración Nacional, y seguramente nadie le ha dicho que por motivos del encargo que detenta esta obligado a respetar la división de poderes, y a mantener vigentes las garantías de que tanto el Poder […]


Sin lugar a dudas el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sigue siendo el mayor activista del Movimiento de Regeneración Nacional, y seguramente nadie le ha dicho que por motivos del encargo que detenta esta obligado a respetar la división de poderes, y a mantener vigentes las garantías de que tanto el Poder Legislativo como el Judicial seguirán funcionando con total independencia.

Hasta ahora ha mantenido vigente en todas sus apariciones públicas el discurso de la necesidad de seguir realizando modificaciones legales para desterrar “presuntos” vicios del pasado que ahora no tienen razón de ser.

El problema es que la circunstancia política le otorga mayoría al Movimiento de Regeneración Nacional para legislar en todo lo que concierne a la voluntad y a la necesidad política del Presidente de la República, pero no puede, por ningún motivo, seguir manteniendo la campaña de linchamiento público en contra de los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, simplemente porque se oponen a sus voluntariosas decisiones unilaterales y carentes del mínimo respeto por uno de los poderes del Estado Mexicano.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha montado una bien estructurada campaña mediática contra los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por negarse a disminuir sus percepciones salariales, lo que se ha calificado como una irregular intromisión en las decisiones de uno de los poderes del Estado. Lo más grave es que el montaje de la campaña mediática en contra de la decisión de los Ministros de no disminuir sus percepciones proviene del Poder Ejecutivo, y del Poder Legislativo donde el Movimiento de Regeneración Nacional y sus satélites mantienen la mayoría, aunque no calificada.

Ricardo Monreal, uno de los principales elementos de la presunta construcción del nuevo régimen político y coordinador del Movimiento de Regeneración Nacional en el Senado de la República exigió a los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación rectificar su decisión de declarar la suspensión de la Ley de Remuneraciones de los Servidores Pñublicos, ya que en caso contrario habrá un problema mayor, y además amenaza con una confrontación entre la Corte y el Legislativo.

Para decirlo de otra forma, “de todos modos Juan te llamas”, y por primera vez en la historia del régimen surgido de la etapa conocida como la Revolución Mexicana, existe la clara intención de someter y apabullar a uno de los poderes del Estado por no sujetarse a la voluntad del líder de un movimiento social de índole populista cuya principal misión ahora es el sometimiento de los poderes del Estado a su proyecto personal.

La advertencia fue dictada por el propio Senador Monreal a través de su cuenta de Twitter: “la automoderación pudo evitarlo”. Más adelante, en otro de sus tweets Monreal escribió la Sentencia: “Inadmisible, pretender conservar salarios ofensivos por desempeñarse en el servicio público, ante la crisis sistémica que enfrenta #Mexico. Suspender la #LeyDeRemuneraciones es un acto que favorece la desigualdad y la injusticia. Nada justifica ser juez y parte. Rectifiquen”.

Claro esta que los preclaros integrantes del Movimiento de Regeneración Nacional padecen de amnesia y ya olvidaron, o dejaron escondido en el cajón de las culpas ese pasado reciente en el cual fueron ellos los que acumularon cuantiosas fortunas al amparo del poder.

¿En qué terminará todo esto? Lo previsible es que se siga construyendo ese nuevo régimen político del cual se habla todos los días, con los mismos vicios del anterior, nada más que ahora operado por quienes en el pasado pertenecieron al mismo sistema y régimen político, y ahora pretenden construir otro distinto pero con las mismas bases para sentar entre los mexicanos la percepción de que ellos son ahora los héroes de la pulcritud.

Todo cambiará para seguir igual. Las culpas por los pecados del pasado ya no existen, porque ahora serán ellos los que escriban y relaten la historia política para los mexicanos del mañana.

Al tiempo.