Regreso a cuarteles “cuando las condiciones del país así lo permitan”

 

Las únicas condiciones que se necesitan para regresar a los militares a sus cuarteles son las que señalen que el Estado


El debate legislativo sobre el marco jurídico para la operación de las Fuerzas Armadas en circunstancias de riesgo de la seguridad interior debe tomar en cuenta cuando menos tres situaciones:

1.- El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, acertó al situar el papel temporal y circunstancial de las Fuerzas Armadas: regresar a los cuarteles “cuando las condiciones del país así lo permitan”.

Todos olvidan que las condiciones de hace 10 años hablaban de un crimen organizado disputándole soberanía territorial al Estado nacional; Juárez en el siglo XIX no vaciló en usar la fuerza letal tipo Tribunal de la Acordada contra salteadores.

Las únicas condiciones que se necesitan para regresar a los militares a sus cuarteles son las que señalen que el Estado –gobiernos, partidos, sociedad– retomó el control social del país.

2.- Una iniciativa de ley de seguridad interior para regular la actuación de las Fuerzas Armadas escaló a acusaciones de cuartelización, militarización y golpe de Estado. Pero el escenario es otro:

–La participación militar en seguridad lleva ya 10 años y ninguna de esas tres circunstancias se ha presentado. México sigue siendo una república civil y no tiene un gobierno o Estado militares.

–Las Fuerzas Armadas contuvieron el avance de los grupos criminales que habían rebasado en armamento, violencia y organización a la seguridad policiaca civil.

Y no hubo gobernadores militares ni juntas militares de gobierno.

–Si en 10 años el Estado civil no ha podido construir una policía leal y eficiente, la culpa no es de las Fuerzas Armadas sino de los funcionarios civiles: políticos, gobernantes, empresarios, policías, sistema judicial y medios de comunicación.

–El papel de las Fuerzas Armadas necesita escalar preparación y recursos legales porque EU ha caracterizado a los cárteles mexicanos como estructuras criminales trasnacionales. Y los militares necesitan más legales para combatir a un poder criminal que enfrenta el poder del Estado.

–No existe en 10 años ninguna prueba que señale que el poder civil ha sometido sus decisiones a las Fuerzas Armadas, a pesar de evidencias concretas de pasividad, complicidad e incapacidad del poder civil.

–En 10 años, las Fuerzas Armadas se han sometido al escrutinio de los organismos institucionales de derechos humanos dentro y fuera del país. No ha habido ningún caso de insubordinación militar al poder civil de los derechos humanos del Estado.

3.- En este sentido, la lógica de la ley de seguridad interior ha sido asumida y temida por razones… ilógicas. La ley de seguridad interior fortalecerá la estructura civil del Estado, profundizará el sometimiento de con las Fuerzas Armadas al imperio de la ley.

Las Fuerzas Armadas no dieron un golpe de Estado para combatir a delincuentes, fueron llamadas por el gobierno panista de Felipe Calderón para enfrentar al poder criminal que había rebasado al Estado en sus tres niveles y los militares en ningún momento han rebasado el mandato de seguridad. Y lo han realizado sin marco jurídico.

La exigencia que queda es la de la CNDH: los civiles deben crear las condiciones de seguridad que permitan el regreso de las Fuerzas Armadas a sus cuarteles sin que esté en riesgo la seguridad interior-seguridad nacional-seguridad pública que ponga en riesgo la soberanía del Estado. En los hechos, las Fuerzas Armadas han defendido a la patria y al Estado durante 10 años sin militarizar la vida política.

Política para dummies: La política exige tener bien claras las cosas… antes de enredarlas.