Perú: el mundo al revés

 

El domingo se definirá la identidad de quién habrá de dirigir los destinos del país


Como todos sabemos el próximo domingo es día de elecciones. En México desde luego, pero también en Perú donde se definirá la identidad de quién habrá de dirigir los destinos del país por los siguientes cinco años.

No son pocos los que se han sorprendido por el estado de las cosas a dos días de la segunda vuelta y es que la mayoría de las encuestas le dan a Keiko Fujimori al menos cinco puntos de ventaja sobre Pedro Pablo Kuczynski.

La sorpresa internacional tiene que ver con el hecho de que la candidata de Fuerza Popular es hija y heredera política de Alberto Fujimori, ex presidente de Perú, que en 1992 protagonizó un golpe de Estado que constituyó un atropello total al orden constitucional del país.

Fujimori por lo tanto fue un autócrata que gobernó como dictador, que cometió todo tipo de pillerías y excesos que lo llevaron a aprovechar la cumbre de la APEC a celebrarse en Brunei, para hacer un desvío del avión que lo conducía a la reunión internacional para refugiarse en Japón, país del que también tiene la nacionalidad y renunciar a la presidencia de Perú a través de un fax enviado desde Tokyo.

Hoy Alberto Fujimori es un anciano que cumple una condena de 25 años en prisión por corrupción y violaciones a los derechos humanos que implicaron el asesinato de 25 personas a manos de las fuerzas de seguridad del Estado dirigidas por quien fuera su mano derecha, el siniestro e impresentable Vladimiro Montesinos quien por lo demás también está en la cárcel.

Lo cierto es que si como parecen indicar todas las encuestas Keiko Fujimori se alza con la victoria, estaremos viendo un auténtico fenómeno de síndrome de Estocolmo colectivo: mientras más despreciable el padre, más fuerte políticamente la hija.

FF