Repunte inflacionario

 

La inflación anual pasó de 2.13 a 3.10 por ciento


En lo que va del año (31 de diciembre de 2015 al 15 de octubre de 2016), la inflación anual pasó de 2.13 a 3.10 por ciento, lo cual dio como resultado un repunte de 0.97 puntos porcentuales, equivalentes a 45.5 por ciento.

Ante el repunte inflacionario el Banco de México ha echado mano de su herramienta de política monetaria, la Tasa de Interés Interbancaria (TII), y en lo que va del año la ha incrementado en tres ocasiones. Primera, el 17 de febrero, de 3.25 a 3.75 por ciento.

Segunda, el 30 de junio, de 3.75 a 4.25 por ciento. Tercera, el 29 de septiembre, de 4.25 a 4.75 por ciento, con el fin, según se lee en cada uno de los comunicados respectivos, de contrarrestar las presiones inflacionarias, producto de la depreciación del peso frente al dólar y de mantener ancladas las expectativas de inflación alrededor de la meta permanente (¡¿?!) de 3.00 por ciento, más menos un punto porcentual de margen de error.

En lo que va del año la TII ha pasado de 3.25 a 4.75 por ciento, un incremento de 1.50 puntos porcentuales, equivalente a un repunte de 46.2 por ciento, todo ello con el objetivo de contener la inflación, misma que, curiosamente, entre el 31 de diciembre y el 15 de octubre, registró un repunte de 45.5 por ciento, muy parecido al repunte en la TII que, no hay que olvidar, es un precio, el del crédito, lo cual nos debe plantear esta pregunta: ¿resulta lógico combatir el alza de precios con el alza de un precio? ¿Resulta eficaz? El comportamiento reciente de la inflación ¿qué nos responde?, pudiéndose argumentar que, sin el alza en la TII, el repunte inflacionario hubiera sido mayor. ¿Será? Sin tener espacio para explicar cuál es la “lógica” que hay detrás del alza en la TII como medio para combatir la inflación (explicación que ya he dado en otros Pesos y Contrapesos), pregunto, ¿ha sido eficaz? Y si no, ¿cuál es la alternativa? Continuará.