Revisar el viejo TLCAN

 

El TLCAN, que terminó con la mayoría de los aranceles en el comercio entre Estados Unidos, México y Canadá


A menos de ocho días de que Donald Trump asuma el poder de Estados Unidos, el tema de la revisión o renegociación del TLCAN comienza a tomar fuerza ya que es el segundo asunto importante en la agenda bilateral. El Tratado de Libre Comercio con América del Norte, que terminó con la mayoría de los aranceles en el comercio entre Estados Unidos, México y Canadá, fue promovido como una forma para impulsar el crecimiento económico mediante la eliminación de las barreras al comercio. El TLCAN no ha transitado durante dos décadas sobre un piso parejo. Hay diversas controversias comerciales con Estados Unidos derivadas del Tratado, como es el caso del azúcar, transporte de carga y atún. Entre México y Estados Unidos diariamente intercambiamos mercancías por una valor de mil 500 millones de dólares.

Incluso Trump complica el discurso, ya que expresa “actualizar” el acuerdo comercial sin tomar en cuenta a Canadá. Esto puede abrir otro frente opositor debido a que el acuerdo no es bilateral. Sin embargo, se entiende que el presidente electo va por la vía de la negociación bilateral entre naciones y evitará los acuerdos multilaterales.

Esa es la esencia de su línea discursiva desde los días de campaña.

México no se puede abstraer de la discusión ya que suele ser un socio estratégico. No sólo por lo económico, sino por el tema de mano de obra y otros aspectos colaterales que trae per se la vecindad con la Unión Americana.

México tiene un interés vital en la relación comercial con Estados Unidos puesto que concentra más de 80 por ciento del volumen de su intercambio comercial con este país, ya que no posee opciones reales de diversificación pese a su vasta red de acuerdos comerciales.

El nerviosismo por el tema del comercio internacional está latente. Además se debe sumar que el discurso del presidente electo golpeará a los mercados y ello trae consigo un freno al flujo de capitales.