Monreal el eterno…

 

Significa que al zacatecano lo usarían para la campaña


Y siempre diestro cachador de cargos y huesos políticos, se encuentra en una encrucijada que para sus simpatizantes significa su posible desaparición del mapa público nacional.

Sus malquerientes, que me temo son mayoría, ven atrás de sus conformidades anunciando que no peleará por el gobierno de la capital, una audaz maniobra. Y es de temerse que tengan razón. Veamos:

Teóricamente recibiría la Presidencia de Morena hasta hoy de dominio y reservación total para el hijo mayor de Andrés Manuel López Obrador.

Significa que al zacatecano lo usarían para la campaña y la distribución de cargos electorales sin que don Peje sufra consecuencias por sus intemperancias e imposiciones.

Definida la elección presidencial, Monreal pasaría a las filas del infelizaje, porque el júnior seguramente asumiría la propiedad de su herencia paterna.

Eso lo sabe y lo sopesa el exgobernador militante del PRI, PRD, PT, del… y de Morena. Con los ofrecimientos recibidos por parte de media docena de partidos políticos que quieren asegurar su permanencia en el generoso mundo electoral, Monreal puede estar maquiavelando la perspectiva de aparecer como aspirante a la Primera Magistratura.

Al Peje lo asusta el riesgo de perder el dineral y los votos que significan el DF. De allí que hará lo necesario, se arrastrará como ya lo hizo, con tal de sacar de esa jugada al temible Ricardito. Veremos cómo reaccionará ante la aparición de Monreal entre los suspirantes a la Presidencia. Panorama hasta hoy no contemplado en las estrategias del rayito de esperanza.

Sobre la supuesta oferta de ocupar la Secretaría de Gobernación, Monreal no es inocente, nunca lo fue. En el caso de que AMLO ganara la elección no pondría en esa posición a quien desde allí estará más ocupado en construir su candidatura presidencial que en resolver los problemas que afronte el mandatario, su jefe.

Y en caso de no alcanzar la cama de Benito Juárez, como pretende López Obrador, simplemente regresaría a dirigir su partido desde donde intentaría colocar en ventaja a sus vástagos tanto para su pase a la vida política en grande, senadurías y diputaciones, como para continuar la tradición familiar pretendiendo la silla del águila.

Lo único seguro en todo este galimatías, es que Andrés Manuel López Obrador no se irá a su rancho, La Chingada, en Macuspana, y continuará con su vida de activista político. La grilla, su razón de ser, la trae en los genes priistas, su origen y su alma máter…

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