Estrategia fracasada

 

¿Dónde están los servicios de inteligencia del país?


Arne Sidney aus den Ruthen Haag, principal enemigo de la libertad de expresión

Sin lugar a dudas, la estrategia de seguridad llevada a cabo por el Gobierno Federal ha comenzado a mostrar evidencias de agotamiento y en el peor de los casos de fracaso. Y no es que pretendamos adherirnos a lo que han venido señalando los especialistas, el problema es que los hechos así lo demuestran y las evidencias que hasta ahora relatan los medios de comunicación confirman que las cosas no están caminando por donde debieran.

Mucho se habló de la Certificación de las policías, y si mal no recuerdo fueron los priistas quienes así lo exigieron durante el Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, pero a la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República las cosas se relajaron en grado tal, que se complació la irresponsabilidad de la mayor parte de los gobernadores que nunca pusieron el interés debido a la certificación policial y las consecuencias han sido brutalmente desastrosas.

La mejor evidencia han sido las lamentables muertes de los presidentes municipales de San Juan Chamula en Chiapas, Domingo López González; y Ambrosio Soto Duarte de Pungarabato en la Tierra Caliente de Guerrero. El primero fue agredido por presuntos sicarios que se mezclaron entre la multitud y dispararon a mansalva al grupo que encabezaba el edil y el resultado fueron seis muertos.

Por lo que corresponde al presidente de Pungarabato, quien había recibido previamente diversas amenazas, fue masacrado con al menos 300 balazos de los más de 600 que fueron disparados, a decir de los forenses que determinaron el origen de su muerte. Sin lugar a dudas, esto ha desatado una ola de temas en diversas partes del país donde los criminales se han convertido en amos y señores de los territorios.

Los especialistas han venido insistiendo en eficientar los procesos de certificación de las policías de todo el país, algo que los gobernadores han postergado simplemente porque prefieren invertir en otros rubros y dejar de lado la seguridad de los ciudadanos.

Pero también hay que señalar que la estrategia nacional dejó de lado ese proceso porque es quien entrega los recursos.

Reforzar la seguridad de los munícipes del país no es la solución, por lo que es aconsejable regresar a la especialización de la certificación ya que los policías de muchas regiones están coludidos con los criminales. La pregunta es: ¿y dónde están los servicios de inteligencia del país? ¿Lo que logró la Secretaría de Marina fue tirado a la basura? Al tiempo.

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