Senadores le fallan a México

 

El Senado está integrado por mexicanos sin compromiso


Quizá valdría la pena realizar un análisis de las veces en que los representantes del Pacto Federal le han fallado a México.

Para que las cosas queden claras, hay que señalar que los diputados representan a los ciudadanos y los senadores lo hacen con las entidades de la Federación. La primera perversión que se realizó con este tipo de representación fue cuando alguien tuvo la brillante idea de duplicar el número de integrantes del Senado de la República, creando la figura de Senadores de Partido, lo que ha sido calificado por los especialistas como una brutal estupidez.

Ahora resulta que la soberanía nacional está indirectamente depositada en los partidos políticos, aunque para muchos juristas fue un disparate porque rompió con los equilibrios del Pacto Federal, con la única finalidad de otorgarles un lugar en el Senado a las representaciones políticas minoritarias, “a palo dado ni Dios lo quita” dicen por ahí. Así fue como terminó la representatividad de los componentes del Pacto Federal y se inmiscuyeron los intereses de las distintas fuerzas políticas con espacios en la tribuna más alta del país.

Ese fue el inicio de la irresponsabilidad que ahora le toca vivir a los ciudadanos porque el compromiso mayor de todos es con los partidos políticos y no con los estados que integran el Pacto Federal.

Mucho menos compromiso tienen con quienes nos encargamos de contribuir económicamente para el sostenimiento de los caprichos y ocurrencias democráticas de las cúpulas partidistas. El Senado de la República está ahora integrado por hombres y mujeres sin compromiso con los mexicanos.

Por eso les importó un sorbete que los ciudadanos hayamos participado activamente en la formación y conformación de lo que se ha denominado Sistema Nacional Anticorrupción. Repito, el compromiso no es con la gente, es con los principales actores de los partidos políticos, porque son ellos quienes marcan los tiempos y las circunstancias sin pensar nunca en los ciudadanos. Poco les importa que seamos quienes votamos, porque al final ellos son los que deciden quién entra y quién no.

De la forma más cínica los “respetables” senadores decidieron dar por concluido el periodo ordinario de sesiones sin fijar fecha para complementar el Sistema Nacional Anticorrupción, y eso quiere decir que no habrá nombramiento del fiscal y los magistrados que conformarán el espacio de la toma de decisiones. Y la razón es que las cuotas tienen que seguir vigentes, porque todo se reparten y todo lo negocian a espaldas de los ciudadanos quienes votamos y que aportamos dinero para mantenerlos.

Los ciudadanos estamos decepcionados de nuestros senadores, y tienen mucha razón los integrantes del Comité de Acompañamiento Ciudadano ante el incumplimiento de cerrar el periodo ordinario de sesiones sin fijar fecha para nombrar a los componentes que faltan. Dentro de cinco días vence el plazo para poner a funcionar plenamente el Sistema Nacional Anticorrupción, y la poderosa razón de su ausencia es que cada bando quiere cargos para su parcela.

La mendicidad de los senadores es brutal. Al tiempo.