Sigue el problema

Siguen las denuncias por las agresiones de género en la Ciudad de México y, como dice el clásico, “nadie hace nada”.

A continuación una queja más: “Buenos días amigos, esta vez vengo a platicarles una situación muy desagradable, justo hoy, aproximadamente a las 11:20 am abordé el Metro Zapata de la linea 3 Universidad-Indios Verdes, el metro venía lleno a más no poder, iba parada y este señor no paró de acosarme pegándoseme todo el tiempo, por lo que en repetidas ocasiones le pedí que se moviera a lo que contestó: ‘si no te gusta págate un taxi’. Su actitud me molestó tanto, que le dije ‘el Metro es para todos y para viajar no para que viejos feos y cerdos acosen a las mujeres’, por lo que sólo soltó la carcajada.

Posteriormente, el vagón se fue vaciando a la altura de Miguel Ángel de Quevedo y el señor no paraba de molestar, por lo que por fin logré sentarme, y él también. En Copilco, estación en donde conseguí tomarle la presente fotografía, se volvió a parar y yo, ya sentada; siguió pegándome sus partes casi a la cara, por lo que opté por pararme y bajar la palanca de emergencia; el vagón se detuvo ya en Ciudad Universitaria, y no se abrieron las puertas hasta que llegaron los policías, yo ya tenía prisa por lo que lo acusé y los policías también dijeron ‘hay señorita, esto pasa todos los días no queda más que aguantarse’, o bien levantar un acta en el MP, por lo que esto me llena de indignación e impotencia.

No es posible que las autoridades no hagan nada ante este tipo de acosos y que “por ser mujeres” tengamos que aguantar a esta clase de depravados, que bien no se ponen a pensar que si tienen hijas podrían ser ellas a las que otro enfermo igual les haga esto”.

La impunidad genera que el problema se mantenga. Ni el gobierno ni la ALDF hacen algo. ¿Hasta cuándo?

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