Sismos; mitos, verdades

 

La tierra sacudió hasta nuestras creencias sísmicas


En México la tierra tiembla desde Tijuana hasta Tapachula. En esta sucesión de “tes” la costumbre llevó a pensar que a los mortales sólo nos importan conceptos como: tipo, tiempo o duración. Y surgieron leyes falsas como que oscilatorio y trepidatorio son igual grave y muy grave. ¡Sorpresa! Según los expertos, las construcciones soportan mejor la fuerza ascendente y descendente que los golpes laterales; estos rompen las estructuras.

Desde 1978 en el mundo se aplica la escala sismológica de Magnitud de Momento, que relaciona parámetros físicos y la energía liberada. Pero el uso repetido por los medios de comunicación, el siglo pasado, colocaron a la escala de Richter como la medición más clara, aunque es imprecisa. A esto se suman necedades como que el sismo se siente con la misma fuerza en el epicentro que en la CDMX, por ejemplo; o que los remezones que nos alcanzan son únicamente del tipo interplaca, producto de la subducción de placas tectónicas. Pero como el león no es komo lo pintan, el pasado 19 de septiembre, la tierra sacudió hasta nuestras creencias sísmicas. El terremoto de magnitud 7.1 llegó de Morelos. Fue de origen intraplaca.

Significa que un fragmento de las entrañas de la tierra bajo Morelos se desprendió y cayó en el manto del magma. Algo muy similar ocurrió en 1980, casi en la misma región. Son sismos más comunes de lo que imaginamos y pueden ocurrir en cualquier parte. No hay aviso para ellos, sí para los que esperamos de la franja costera, la Alerta Sísmica para CDMX es ciencia y técnica que fortalecen, y puede salvar vidas; la desinformación debilita y mata. Los expertos advierten que de las costas de Guerrero vendrá “El Gran Terremoto”. ¡Aprovechemos entonces el tiempo! Cambiemos las “tes” por Prevención, Educación Sísmica y Protección Civil.

@MarioALeon