¿Surge Unión Polanco?

 

Así como se habla del corredor Tepito-Condesa, pronto se oirá hablar del corredor delincuencial Tepito-Polanco


Antes de que concluya el mandato con herencia mancerista en la Ciudad de México estaremos presenciando una peligrosa escalada de confrontaciones callejeras entre grupos de viejo dominio delincuencial local, particularmente los de la Unión Tepito, con organizaciones de mayor peso y presencia en el resto de la república, que parece ya decidieron ingresar de lleno a la capital del país, tal como las que se registraron antes en la zona conurbada de Guadalajara- Zapopan-Tlaquepaque-Tonalá.

El mismo Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que ha logrado ser hegemónico en el Occidente, ve en la coyuntura del cambio de gobierno de la Ciudad de México una oportunidad de sentar sus reales aquí de manera más evidente. Un modus operandi reciente muestra las luchas intestinas de la Unión Tepito (siempre protegida por la autoridad local, como se evidenció en el secuestro y asesinato de más de una docena de jóvenes en el bar Heaven de la Zona Rosa). La aparición de un auto con seis cadáveres en calles de ciudad Nezahualcóyotl, donde fueron llevados desde la capital del país según muestran cámaras de video, con un mensaje del grupo antagónico Fuerza Anti-Unión, es más que un mal presagio.

No habían transcurrido muchas semanas desde que las autoridades de la ciudad admitieron que había señales del ingreso aquí de grupos delincuenciales de Guerrero, Morelos y Jalisco, lo que implica, además del CJNG, a Rojos y Guerreros Unidos, a la Barredora, al Cártel Independiente de Acapulco, lo que resta de los Beltrán Leyva, Nuevo Cártel del Sur, entre muchos más, cuando de manera intempestiva renuncia el secretario de Seguridad Pública, Hiram Almeida, sin alguna explicación razonable y sin admitir preguntas de los medios informativos.

Es la peor de las circunstancias para que, autoridades que ya se van a su casa dentro de cuatro meses y medio, busquen al sustituto que, por cierto, debe ser aprobado por el presidente Enrique Peña Nieto.

La Asamblea Legislativa del DF ya exhortó al gobierno para que, antes de que se cumpla el plazo pedido por el propio Almeida, 31 de julio, el jefe renunciante comparezca ante legisladores para dar un informe puntual y exhaustivo de cuál es el estado de la seguridad, las previsiones para el actuar de cerca de 90 mil policías citadinos, los focos rojos y la confirmación de la invasión delincuencial advertida por el mismo jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, sin que se conozca de algún plan para enfrentarla.

Así como se habla del corredor Tepito-Condesa, de las conexiones con Tláhuac e Iztapalapa (de esta última demarcación eran los jóvenes cuyos cadáveres torturados aparecieron en Neza), pronto se oirá hablar del corredor delincuencial Tepito-Polanco, cuando las guerras que ya están aquí se trasladen de Nonoalco, Ecatepec y otros sitios donde van dejando un reguero de cadáveres, a una zona residencial de lujo.

Como ya reconocieron los subsecretarios de Seguridad aquí, Édgar Bautista Ángeles y Álvaro Sánchez (se les conoce con los suntuosos apodos de Marte y Neptuno), la Unión Tepito comenzó a exigir pago de piso a restaurantes y bares de esta zona residencial de lujo y turística, donde ya instaló sus redes de distribución de drogas con la escalada de violencia que trae aparejado el narcomenudeo.

Vecinos primero, y ahora empresarios de locales de consumo de bebidas y alimentos, piden auxilio a una autoridad cuyo jefe se va en una transición poco ordenada. El tigre se le quiere aparecer a Claudia Sheinbaum.