Tiene razón Ivonne Ortega

 

No desestimemos las críticas de la exgobernadora de Yucatán


El mensaje, expresado en las urnas, y el sentir de la sociedad es muy claro: no más corrupción, no estamos contentos con la relación con nuestros políticos y ya basta de los oídos sordos de las autoridades.

Ningún partido logra por sí solo mayorías y ninguna fuerza convence lo suficiente. El próximo titular del Ejecutivo Federal llegará a la Residencia Oficial de Los Pinos con 70 por ciento de ciudadanos en su contra, por ello festejamos la discusión de la segunda vuelta electoral, los gobiernos de coalición y hasta la posibilidad de un régimen parlamentario que permita tener un gobierno compartido.

El sistema que tenemos está agotado, empezando por un modelo de comunicación política censor, aburrido y que aleja a los votantes de sus candidatos.

Y todo se agravará con la manera de elegir a los que aparecerán en las boletas el próximo año; ocupémonos de la boleta presidencial en esta ocasión:

En Morena, está cantado Andrés Manuel López Obrador.

En el PRD, para salvar el pellejo (el registro), se unirán a quien les dé más; y si van solos, será un favor (muy bien cobrado) para pulverizar el voto.

En el PAN sufrirán un guerra interna que hasta aspirantes independientes provocará.

La chiquillada no se venderá: sólo se rentará como es su costumbre. Al fin y al cabo son un vulgar negocio.

Y en el PRI, cuando existe Presidente de la República, él elige al candidato. Es decir, a quien señale Enrique Peña Nieto, será el abanderado del tricolor, el Verde Ecologista, el Panal y los “partiditos” que se dejen.

Pero, ¿ya sabrán que el dedazo lastima, ofende y desune? Por ello no desestimemos las críticas de la exgobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco, cuando le pone un alto a las “viejas prácticas de su partido”. Tampoco minimicemos la oleada de críticas que recibió a través de la red social Twitter, porque sin duda es una respuesta rabiosa a una realidad que vivirán los priistas en los próximos días.

Hay dos opciones: la decisión unipersonal (que podría desencadenar una sangría muy dolorosa), o un proceso que parezca democrático donde todos los militantes y simpatizantes del PRI salgan contentos, se sientan escuchados, se sientan orgullosos de su gallo, y trabajen con un objetivo en común: buscar la permanencia en el poder.

Por eso tiene razón Ivonne Ortega.

@GustavoRenteria

www.GustavoRenteria.mx