TII, ¿Otra oportunidad?

Estos son los pasos de la “secuencia lógica” correspondiente a los aumentos en la Tasa de Interés Interbancaria (TII), como medio para combatir las presiones inflacionarias:

1.- Aumenta la tasa de interés a la que el Banco de México presta dinero a bancos comerciales.

2.- Ante este aumento dichos bancos incrementan sus tasas.

3.- Esos aumentos hacen más atractivo el ahorro, lo que desincentiva el consumo y, por ello, la demanda por bienes y servicios.

4.- Un menor crecimiento de la demanda por bienes y servicios, o una menor demanda por bienes y servicios, ayuda a contener el alza de precios. Estos son los pasos de la “secuencia lógica”, que en México ha resultado ineficaz: en lo que va del año la TII ha aumentado 76.9 por ciento y la inflación ha repuntado 55.4 por ciento. ¿Por qué? Una de dos: o la medicina no es la adecuada, o la dosis ha sido insuficiente.

Aumentan las tasas de interés y, tratándose de las pasivas, el ahorro (entendido como inversión financiera: prestar dinero a cambio del pago de intereses), se vuelve más atractivo, lo cual puede traducirse en más ahorro y, por ello, en una menor demanda de bienes y servicios por parte de los ahorradores, lo cual ayuda a contrarrestar las presiones inflacionarias (menor demanda = menor alza de precios o menores precios), que es lo que supone la “secuencia lógica”, que pasa por alto lo siguiente: el ahorrador X, por prestarle dinero el banco, deja de gastar, pero el banco, ¡cuyo negocio es prestar!, le presta ese dinero a Y, quien lo gastará. ¿Qué tenemos? Que X gasta menos pero Y gasta más, por lo que no hay una disminución en la demanda, condición necesaria para contrarrestar las presiones inflacionarias, condición que no se cumple. La causa de la ineficacia de los aumentos en la TII para contener la inflación, ¿es la dosis o la medicina?, sin pasar por alto la pregunta más importante: ¿cuál es el origen de las presiones inflacionarias?