Tovar: constructor de identidades

 

Tovar fue mexicano y su mejor partido fue el de la cultura


Es imposible saber a dónde vamos si no sabemos de dónde venimos.

La construcción de un estado moderno se basa especialmente en la búsqueda del equilibrio entre los esfuerzos y los cambios sociológicos y hasta sicológicos que es necesario impulsar para desarrollarse y preservar el origen de los países.

Rafael Tovar y de Teresa, el primer secretario de Cultura en México ha fallecido suponiendo que aquellos que de verdad han trabajado en el origen y la construcción del basamento de nuestras vidas no se mueren, porque simplemente cambian de estado.

Después de la Revolución, México tuvo el buen sentido común y el instinto de saber que su éxito y su fracaso pasarían del discurso a las acciones, a las letras y a los testimonios culturales que pudieran marcar al país en el sentido del orgullo y de lo que significaba recuperar los orígenes, a fin de prepararlo para el desafío del futuro.

Y es que, fue hasta 1921 con José Vasconcelos y con el cambio de las balas por los libros, que México llegó a una verdadera transformación al incorporar su cultura milenaria que habría que saber administrar.

El expresidente Carlos Salinas de Gortari –el presidente más exitoso y controvertido de la historia moderna de México– tuvo el buen sentido político de encargarle a Rafael Tovar la consolidación de un gran ente cultural mejor conocido como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el más importante de América Latina y el que le fue dando a México una estructura para conformar la relación entre los desafíos que implicaba el hecho de convertirnos en un país moderno y el respeto a nuestros orígenes.

Tovar no pertenecía a ningún partido político,Tovar fue mexicano y su mejor partido fue el de la cultura.

A él le debemos muchos logros como la construcción del Centro Nacional de las Artes y la conformación de programas para descubrir nuevos talentos. Pero sobre todo le debemos la integración como un sistema de organización y de administración cultural mediante un organismo que pudiera servir al país bajo cualquier condición.

Empezó con Salinas terminó con Peña Nieto, pasando por Fox y Calderón como embajador en Italia, sin embargo, lo que nunca dejó de ser fue un vocacional que entendía muy bien el mensaje de Vasconcelos, de Torres Bodet y de todos los que hicieron grande este país desde el punto de vista cultural. Ya que México es lo que es, por la fuerza de sus orígenes y por la capacidad creativa de su gente.

Tovar descansará el día que el país tenga un mayor empuje cultural. Pero mientras tanto homenajeamos a alguien que sobre todas las cosas hizo un buen trabajo dejando un gran legado para todos los mexicanos.