Tremenda barrabasada

 

Dícese del significado de “barrabasada”, que es un hecho equivocado que genera un gran destrozo o perjuicio, y eso es lo que está a punto de ocurrir en este país en el caso de que la fiebre del cambio que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República. De seguir por […]



Dícese del significado de “barrabasada”, que es un hecho equivocado que genera un gran destrozo o perjuicio, y eso es lo que está a punto de ocurrir en este país en el caso de que la fiebre del cambio que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República. De seguir por el mismo derrotero que marcó el resultado de los comicios pasados podremos resultar copartícipes de uno de los mayores desastres de la historia con la tan llevada y traída construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Hasta ahora el mayor diferendo que ha tenido y mantenido con los integrantes del gabinete del actual Mandatario, es la construcción que se realiza en los terrenos del ex lago de Texcoco. Pero independientemente de lo que diga, proponga o haga Andrés Manuel López Obrador, el Presidente Enrique Peña Nieto ha establecido que este país merece un aeropuerto moderno y con una visión de largo plazo, lo que quiere decir que no tan solo tiene que responder a los requerimientos actuales, sino a los que
se presenten en los siguientes años.

Si de algo podemos estar seguros es que el futuro de la aviación comercial de este país depende con mucho de lo que resulte de la decisión que tomen quienes vayan a participar en esa consulta que presuntamente organizará el señor Lopez, y que pudiera concluir en un brutal error por la carencia de decisión a la hora de tomar decisiones por parte de quien a partir del primero de diciembre estará al frente del Gobierno Federal. Someter a una consulta pública un asunto prioritario para la economía de este país, puede ser el primer error del aún Presidente Electo.

Un mandatario que todo lo quiere trasladar a la consulta popular buscando que sea la soberanía de la gente la que califique las determinaciones gubernamentales en los asuntos torales del país, tendrá que ser el responsable histórico de los resultados de una decisión de esta magnitud, porque el acto de gobierno implica un carácter férreo para tomar determinaciones en favor de los grupos mayoritarios, y por encima de quienes detentan la riqueza de un país, pero por ningún motivo puede poner en riesgo el patrimonio colectivo de los mexicanos.

Por lo pronto Enrique Peña Nieto señalo que estará “pendiente de la decisión que tome el nuevo gobierno” sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, pero también hay que señalar que en este país los grandes hombres que lo han gobernado tuvieron que tomar determinaciones en el momento histórico que les tocó vivir, y lo hicieron con la convicción de que era la mejor opción, es
decir, de que estarían beneficiando a la mayor parte de los mexicanos.

Hidalgo, Morelos, Guerrero, Iturbide, Juarez, Madero, Carranza, Zapata, Villa, Calles, Ruiz Cortínez, López Mateos, Díaz Ordaz, y muchos más tomaron determinaciones porque estaban seguros de lo que necesitaba el país, y lo hicieron de forma valiente, sin trasladar responsabilidades a nadie porque estaban seguros de sus decisiones y de lo que Mexico necesitaba en esos momentos.

Si la consulta va a seguir marcando las vacilaciones de quien pretende apelar al vulgo para evadir una responsabilidad histórica, muy caro le va a salir al país haber cambiado de rumbo para caminar hacia la incertidumbre. Al tiempo.