Un mundo de dreamers

Diversas instituciones, autoridades y hasta el propio canciller de México, Luis Videgaray, se la han pasado haciendo propuestas para los dreamers.

Y es que, los dreamers –que ya ascienden a más de 600 mil jóvenes mexicanos en EU– no quieren volver a México, porque ellos más bien quieren ser estadounidenses.

Pero en cualquier caso, ya que estamos tan benévolos con esa generación, mi propuesta es que hagamos lo mismo, pero con los dreamers de este lado de la frontera.

Ayer en la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, en su calidad de presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), tuvo una videoconferencia con tres mujeres dreamers y le hicieron tres peticiones.

Primero, que en virtud de que el México de los Estados Unidos está cansado de ser el México del silencio y quiere votar, desean ser considerados en la recuperación del país que los vio nacer.

Segundo, que ya no se articulen programas para los dreamers que están en territorio estadounidense y que mejor esos esfuerzos se utilicen para impulsar una estrategia con el fin de que los dreamers de allá y los de acá se puedan coordinar y trabajar en equipo.

Y tercero, tomando en cuenta que la reconstrucción de nuestro país será material y espiritual, hay que sumar al México del silencio, al ignorado, al que está al norte del río Bravo, para que pueda colaborar.

Los mexicanos que están en el vecino país del norte y las remesas que nos envían como producto de su trabajo – mismas que el año pasado se registraron en más de 28 mil millones de dólares–, son actualmente una de las principales fuentes generadoras de divisas en nuestro país. Mientras que a cambio el sistema mexicano sólo les da problemas, pasaportes, dificultades burocráticas e incapacidad de votar.

Necesitamos cambiar el modelo, necesitamos incorporar a la gente, necesitamos limpiar a México.

Ayer Mancera sostuvo un encuentro en línea con tres mujeres que representan una parte de toda una generación que no sólo puede lograr que México sea diferente, sino incluso hasta podría llegar a paralizar las elecciones de 2018.

Desde hace muchos años la apuesta de México sobre sus exiliados ha sido ignorarlos y quitarles el derecho de cualquier tipo de expresión. Ahora llegó el momento de dejarlos votar y opinar.

Porque lo más importante no es saber qué pasará con el Frente Ciudadano por México, ni con el PRI, ni con Morena; lo más importante es saber quién conducirá la llegada del nuevo presidente y quién diseñará un nuevo país, si los que estamos aquí en territorio mexicano o todos los que deliberadamente hemos ignorado y explotado detrás de la frontera.

@antonio_navalon