Un mundo falso…

 

Los aspirantes han aprendido a engarzar toda suerte de frases


Triste tener que decirlo, pero ante la carencia de propuestas viables para el gobierno del país, los aspirantes a cargos de elección popular han aprendido a engarzar toda suerte de frases ingeniosas –según ellos– que nada dicen, pero suponen atractivas a los electores.

Y no. Los votantes que aún no lo son, están ausentes del pensamiento de quienes reclaman el tache sobre su nombre o el nombre de su partido o coalición. De acuerdo con las previsiones, en esta oportunidad estarán presentes en las urnas más de 30 por ciento de jóvenes que votarán por primera ocasión.

No hay una sola oferta para ellos. Ni siquiera la temible espada que durante años blandieron sobre nuestras cabezas: si no votas no se permitirán hacer trámites con esa credencial. Y sólo con esa credencial tendrás acceso a los servicios públicos y a la tramitación de ciertos derechos.

Los jóvenes actuales, más informados o quizá más descreídos de lo que éramos entonces, se morirían de risa con advertencias parecidas. Saben que cualquier trámite, cualquier servicio, se obtiene más por cohecho que por derecho. Así es y así será en un futuro en el que no se advierte la posibilidad de un cambio positivo por ninguna parte.

Los tres principales aspirantes a ocupar la Silla del Águila están dedicados a encontrar calificativos contra los contrarios, pero no debatiendo ideas sino con burlas y señalamientos idiotas. Y sí, el término es correcto: los contrarios porque hace tiempo se dejó en desuso el concepto de opositor o contendiente.

Para buscar mejores resultados –en criterio de ellos—se han ligado a los más falaces, sucios y vociferantes sujetos, buena muestra el exsecretario de Estado hoy vocero de Meade, Javier Lozano, que se suma a un venezolano célebre por su enorme capacidad para ensuciar famas públicas; otros en el usual tono de sacristía, utilizan a un sujeto que nunca debió llegar a gobernador, y no me hablen de la “voluntad popular” del que pronto sabremos su aspiración: Los Pinos.

Del tercero nada más recordar los 18, 20 años que lleva repartiendo excremento, propalando versiones falsas, pero sin duda posible para sus feligreses. Y que tanto ha estirado la liga que en las semanas recientes se ha enredado en cuestiones que podrían costarle, como ya dos veces antes, la posibilidad de llegar a La Grande.

Y como dirían en mi pueblo: no hay más mulas que ésas para arar…

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