Una perversa relación que Peña destruyó

 

Las cosas cambiaron radicalmente desde primer día del gobierno de EPN


El gran poder que llegaron a tener el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y algunas de sus secciones que, en algunos estados del país, conforman la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), fue el resultado de una perversa relación entre líderes de estas organizaciones magisteriales con quienes, desde 1943, año de la fundación del sindicato, y quienes hasta diciembre de 2012 ocuparon la presidencia de la república. Un vínculo similar ligó y continúa ligando al SNTE y a la CNTE con algunos gobernadores.

La relación entre gobernantes y líderes sindicales fue perversa porque, con tal de mantener controlados a los maestros del país y contar con sus votos en las elecciones federales y locales, los titulares de los Poderes ejecutivos, Federal y estatales permitieron que los dueños del SNTE y la CNTE se apropiaran del sistema educativo y lo utilizaran para oprimir a los docentes y realizar negocios multimillonarios. El resultado de lo anterior está a la vista: escuelas tercermundistas que generalmente carecen de los más elementales recursos físicos y materiales, y maestros de baja calidad profesional incapaces de preparar a millones de niños y jóvenes para desarrollarse exitosamente como personas productivas con criterio y ciudadanos responsables y exigentes.

Como en todo, hay excepciones y es innegable que existen instalaciones escolares de alta calidad y maestros de excelencia pero, desafortunadamente, la norma es la mediocridad. Las evaluaciones internacionales y nacionales lo corroboran.

Los 10 presidentes priistas que gobernaron de 1947 a 2000 y los dos panistas que los sucedieron de 2000 a 2012 buscaron siempre controlar al inmenso sindicato que hoy presume tener 1,673,623 miembros en el país y lo hicieron coludiéndose con sus líderes nacionales y seccionales. El colmo de la colusión fue en el sexenio pasado, cuando Fernando González Sánchez, el yerno de la entonces dueña del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, fue nombrado subsecretario de Educación Básica por Felipe Calderón, cargo que ocupó de diciembre de 2006 a noviembre de 2011.

Las cosas cambiaron radicalmente a partir del primer día del gobierno de Enrique Peña Nieto, cuando éste anunció su intención de promover una profunda Reforma Educativa que modernizara y eficientizara el sistema educativo.

El SNTE y la CNTE se opusieron a la reforma tan pronto la anunció el presidente y éste tuvo que actuar en consecuencia retirándole a Gordillo el manto protector que permitió que durante 24 años abusara del poder que disfrutaba. El SNTE se sumó a los planes de Peña al caer Gordillo; la CNTE intentó desestabilizar los estados donde tiene presencia: Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Guerrero.

Hoy, la reforma educativa avanza y, dentro de algunas décadas, se verán sus beneficios. Lo importante y es necesario decirlo, Enrique Peña Nieto destruyo una perversa relación.