Una semana sin corrupción

 

La corrupción y la desidia son los grandes enemigos de nuestro país


Como los dioses nos castigan y por desgracia lo hacen con más furia cuando se trata de los más pobres, los más necesitados y los que duermen en suelo de tierra; me uno a la propuesta del Presidente de la República para que las compañías constructoras colaboren en la etapa de reconstrucción como gesto de buena voluntad ante la necesidad de Oaxaca y Chiapas, los estados más afectados por el reciente sismo.

Pero además creo que entre todos deberíamos proponer una semana nacional sin corrupción, para que con los recursos que nos vamos a ahorrar en sobornos, de dinero mal habido que pase de unos a otros y de contratos manipulados, podamos recuperar a esos estados que enfrentan una grave devastación.

Y es que, para los corruptos un gesto así no tendría por qué ser tan terrible, ya que para todos ellos que se aprovechan de una posición de poder y que son capaces de dormir tranquilos a pesar de llevarse lo que después termina matando a sus compatriotas menos favorecidos cuando la tierra decide temblar; sería también una garantía de poder, si bien no para seguir corrompiendo, sí para seguir con más dignidad.

Una vez más se descubre que la corrupción y la desidia son los grandes enemigos de nuestro país.

Una vez más se descubre que cualquiera puede tener tragedias como las nuestras, aunque ya es bien sabido que en México atraviesa la falla de San Andrés y somos territorio con gran actividad sísmica.

Pero también es bien sabido que las desgracias sirven para unir a los pueblos y hacer un examen de conciencia.

Estamos jugando con fuego y no sólo desde el punto de vista de una catástrofe natural como este sismo y sus víctimas, sino que nos hemos acostumbrado a ignorar en muchos sentidos a los más necesitados y a dejarlos tan vulnerables que cada que la tierra se manifiesta ellos son los primeros en morir.

Llegó la hora de hacer el recuento de los daños y de aclarar por qué razón miles de alarmas sísmicas están en las bodegas o desaparecidas, y por qué razón conociendo los puntos más susceptibles a los movimientos telúricos no se tomaron medidas preventivas como pasó en la Ciudad de México, donde hay un saldo blanco a pesar de la magnitud del sismo.

Hay que saber interpretar las señales y ahora considero que no sólo es necesario movilizar a las empresas privadas para agilizar la reconstrucción de los estados, porque también es muy importante aprovechar este momento para instaurar una semana sin corrupción que deje de lado el abuso y el oportunismo, y se beneficie realmente a todos aquellos que hoy sólo necesitan nuestro apoyo y fortaleza.

@antonio_navalon