Variedad de condones

 

Los condones están al alcance, pero la gente deja de usarlos paulatinamente conforme baja la guardia, se aburre o se confía


Ahora los regalan en cualquier centro de salud. Incluso los que se venden son fáciles de encontrar en muchas tiendas de conveniencia. Los condones están al alcance, pero la gente deja de usarlos paulatinamente conforme baja la guardia, se aburre o se confía, y piensa que nada malo le puede suceder al tener sexo sin protección.

Uno de los argumentos más frecuentes para no utilizar el preservativo es que alguno de los miembros de la pareja es alérgico al látex. La gente lo asocia con hinchazón, comezón o enrojecimiento de los genitales. Según varios sexólogos con los que he platicado a lo largo de los años, una alergia de este tipo es más bien poco frecuente, pero tampoco podemos negar que exista.

Sin embargo en este mundo globalizado, ese ya no es pretexto para no utilizar condón. El mercado actual ofrece un gran número de alternativas para que el cuidado de la salud no penda de una mala decisión. Basta con una búsqueda en Internet y seguramente encontrará más de una página que haga envíos hasta la puerta de su hogar.

Entre las alternativas al látex existe cuando menos una marca premium que utiliza poliisopreno, un polímero natural cuyo nombre puede sonar muy científico, pero no es otra cosa que caucho (sí, el del árbol). Este material da como resultado condones igual de resistentes que los de látex y permiten una mayor sensibilidad.

Una segunda opción es la resina de polietileno, la cual, además, tiene la ventaja de ser inodora –ideal para aquellas personas que dicen detestar el olor del látex. Aunque pueden ser tres veces más delgados que un preservativo de látex, los fabricados con este material son también tres veces más resistentes que sus congéneres.

Y por favor, no olvide que existen los condones femeninos, hechos de caucho sintético de nitrilo, por lo cual son muy fuertes. Un punto a su favor es que el material, si bien es grueso, se calienta a la temperatura del cuerpo y tiende a adherirse a las paredes vaginales durante el coito, lo que contribuye a las sensaciones. También es una gran ventaja que pueda colocarse desde horas antes de la relación sexual, esto evita que tenga que interrumpirse la pasión del momento a fin de ponerlo.

Otra opción es el condón hecho de poliuretano que, por supuesto, debe ser de grado médico. Tampoco despide ningún olor y es más transparente que un preservativo común, además de ser súper delgado sin sacrificar la resistencia y, por tanto, la protección contra infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados. Su capacidad de transmitir la temperatura corporal también es muy buena.

Por último, existe una alternativa no apta para veganos que se inventó hace siglos: el condón de intestino de cordero. Una de las más famosas marcas del mundo lo comercializa para aquellos que rechazan el látex. Entre sus pros se encuentra que acentúa la sensibilidad y que es muy durable (no hay que preocuparse por rupturas accidentales). Entre los contras está su olor natural y el importantísimo hecho de que sí evita los embarazos pero no protege contra enfermedades sexuales, o al menos, no lo han demostrado científicamente.

Cabe aclarar que todos estos materiales tienen una elasticidad diferente a la del látex, por lo que es importante cotejar las medidas del pene que los va a utilizar y así asegurarse de que el tamaño será adecuado y confiable para que el condón pueda cumplir con su objetivo.

Ahora sí, es hora de darse una vuelta por la web y decidir dónde hará su pedido para empezar este 2017 con responsabilidad.
*Periodista especializada en salud sexual

@RocioSanchez