Vuelve la tensión a la mesa

 

Hay optimismo y se tiene la certeza entre los círculos de poder


La quinta ronda de negociaciones del TLC que arranca mañana, aquí en el país, trae consigo algunos puntos que ya se han tocado de manera somera, pero se requiere que aterricen para evitar que la estrategia de Donald Trump crezca y tenga más elementos para exigir, a su favor, que se modifique el acuerdo comercial.

Recientemente, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, dijo que cree que las negociaciones del TLCAN llegarán a “algún tipo de acuerdo” para la evaluación del presidente Donald Trump, pero repitió sus advertencias de que Estados Unidos está dispuesto a dejar el pacto si no se resuelven problemas clave.

La quinta mesa se trata de una ronda que trae las posiciones expresadas en la mesa de Estados Unidos, propuestas en materia automotriz, en materia de la cláusula Sunset. México presentará contrapropuestas en la quinta ronda con soluciones para los sectores automotriz y textil. Además, los negociadores clarificarán las propuestas correspondientes a objetivos y porcentajes en su actividad técnica; mientras que en otras sugerirán planteamientos específicos.

Lo que viene para la quinta ronda es que se fortalezca la proyección que se tiene y se definan los intereses de cada país por llegar con una agenda que agrade a Trump para quedarse dentro del acuerdo comercial, aunque por el momento se ve que son medidas ventajosas por parte de EU. Además de que no se ha puesto en claro qué es lo que Estados Unidos ofrecerá a sus socios. La estrategia unilateral de Trump ya funcionó durante cuatro rondas; sin embargo, se necesita conocer las intenciones del socio y lo que está dispuesto a negociar.

Hay optimismo y se tiene la certeza entre los círculos de poder que México está preparado para vivir circunstancias adversas, como no pertenecer más a la región económica de América del Norte.

Y se cree que quien perdería más sería el consumidor, porque de operar las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), el país que tendría que pagar más aranceles por productos agroalimentarios sería Estados Unidos.