¿Y ahora qué, ojo por ojo?

 

¿El gobierno mexicano debería hacer lo mismo?


Supongamos el peor de los escenarios posibles. Llegando Trump a la presidencia de Estados Unidos cierra herméticamente las fronteras de su país a las importaciones de productos mexicanos; deporta a todos los mexicanos ilegales; evita eficazmente la entrada de nuevos mexicanos indocumentados a Estados Unidos. Suponiendo tal escenario, ¿cuál debería ser la reacción del gobierno mexicano? ¿Pagar con la misma moneda?

Considero el caso de las importaciones. Si el gobierno estadounidense prohibiera la importación de productos mexicanos, ¿el gobierno mexicano debería –por aquello del ojo por ojo, diente por diente– hacer lo mismo: prohibir la importación de productos estadounidenses? Si esa fuera la reacción de nuestro gobierno, ¿quién sería el principal perjudicado? El consumidor mexicano, quien vería reducido su nivel de bienestar (ceteris paribus: menos importaciones, menor oferta, mayores precios, mayor escasez, menor bienestar), y su contraparte: el productor y exportador estadounidense quien, también ceteris paribus, vería reducidas sus ventas, sus ingresos, su producción.

Supongamos que Trump prohíbe la importación de productos mexicanos a Estados Unidos, con el fin de proteger de la competencia que las mismas suponen a los productores estadounidenses (por eso a este tipo de prácticas se las llama proteccionistas), y que logra cerrar herméticamente sus fronteras, impidiendo el contrabando. ¿A quién estaría perjudicando Trump con esa política proteccionista? Directamente al consumidor estadounidense de productos mexicanos, quien ya no contaría con esa oferta (ceteris paribus: menos importaciones, menor oferta, mayores precios, mayor escasez, menor bienestar) e, indirectamente, a su contraparte mexicana, el productor y exportador mexicanos, quien ya no contaría con ese mercado (ceteris paribus: menos ventas, menores ingresos, menos producción).

Si el gobierno estadounidense prohíbe las importaciones mexicanas, y el gobierno mexicano, en represalia, prohíbe las importaciones estadounidenses, todos los involucrados pierden: consumidores mexicanos y estadounidenses, productores mexicanos y estadounidenses. Pero si el gobierno mexicano no reacciona de esa manera, sólo pierden los consumidores estadounidenses y los productores mexicanos, pero no los productores estadounidenses ni los consumidores mexicanos. De los dos males, ¿cuál sería el menor?