El reencuentro de El Chapo y Emma Coronel

Durante una audiencia en un tribunal federal en Brooklyn, Joaquín “El Chapo” Guzmán sonrió a su esposa Emma Coronel cuando iba entrando a la sala de audiencias fuertemente custodiado por federales. Esta fue la segunda presentación en un tribunal estadounidense desde que fue extraditado el 19 de enero.

“Esto es hasta ahora lo más que ella ha podido verle”, dijo la abogada Michelle Galernt, mientras Coronel estaba callada a su lado.

El capo mexicano pasa encerrado 23 horas del día, no tiene permitidas las visitas, ni siquiera de su esposa, tampoco puede telefonear a nadie que no sean sus abogados e incluso le han negado agua, dijeron  los abogados del narcotraficante mexicano en un fallido intento para que suavizaran las condiciones a su cliente.

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Guzmán, de 59 años, se ha declarado inocente de los cargos de dirigir una operación masiva de narcotráfico que blanqueó miles de millones de dólares y supervisó asesinatos y secuestros. Se encuentra en una prisión de máxima seguridad en Manhattan, pues las autoridades están conscientes de que se fugó dos veces de prisión en México. La segunda vez que escapó lo hizo a través de un túnel de kilómetro y medio (una milla) que llegaba hasta su celda.

Los abogados se quejaron ante el juez federal Brian Cogan de que las restricciones dificultan que su defendido tome decisiones junto con ellos sobre cómo defenderse de los cargos. Dicen que los guardias carcelarios son tan celosos que le negaron agua durante una reunión reciente con el equipo de defensa.

 

Guzmán regresará a la corte el 5 de mayo.

(Con información de AP)

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NFA