Frente al EZLN. Carolina Monroy afirma que las mujeres indígenas “tienen mucho que decir al país”

 

Morena critica la decisión; niegan activistas que abandonen su lucha


A pesar de la descalificación que Andrés Manuel López Obrador, presidente nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), lanzó sobre el anuncio de que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) deje de estar a salto de mata para disputar el poder presidencial, integrantes de otras fuerzas partidistas dieron la bienvenida a la pretensión de los zapatistas.

Sin ser un hecho consumado, el grupo armado analiza la posibilidad de competir en la elección presidencial de 2018 bajo una candidatura independiente, con cara de mujer, y con rostro indígena.

Descalificaciones a esa posibilidad saltan a la vista, la más visible, la del líder de Morena, quien duda del “radicalismo” con que nació el zapatismo en la selva chiapaneca.

Al mismo tiempo, otros piensan que la organización que se levantó en armas contra el régimen de Carlos Salinas, bajo el mando del subcomandante Marcos –hoy Galeano– claudicó de su lucha original, lo que sería una traición a los indígenas militantes y simpatizantes del zapatismo y a grupos afines a este modo de lucha.

La respuesta a estas interrogantes previene de activistas íntimos y cercanos al zapatismo, quien aseveran que la nueva apuesta o activismo del EZLN “no necesariamente son las elecciones”, sino nuevos procesos organizativos para generar nueva reflexión y análisis a 22 años de su levantamiento armado.

Resabios indígenas

El resultado más llamativo del Quinto Congreso Nacional Indígena (CNI) y de la Comandancia General del EZLN, fue el anuncio de que el grupo pretende participar en los comicios presidenciales de 2018, pero con una “candidata” independiente, con lo que aprovecharán la primera vez que ocurriría esto en una elección presidencial.

  Aunque no es una decisión tomada por el EZLN, se perfila que las organizaciones y comunidades integradas al CNI inicien consultas para su elección.

Activistas cercanos al movimiento, algunos de ellos integrados a Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz), niegan rotundamente que con esta posibilidad el EZLN le haga juego al poder, que se haya domesticado y traicione su añeja batalla por sus derechos.

“Es importante no colocar exclusivamente y en el centro del tema el asunto electoral, porque ni siquiera se sabe si al final el acuerdo va a ser ese; lo importante es la nueva organización de las comunidades indígenas; no necesariamente se quiere contender en las elecciones ni es la meta exclusiva”, subraya una activista de Serapaz.

Saludan decisión

En entrevistas para CAPITAL MEXICO, Carolina Monroy, secretaria general del PRI, partido que vio nacer al EZLN, afirma que la posibilidad de que el zapatismo deje las armas manifiesta “madurez y sensatez política.

Afirmó que las mujeres indígenas “son de enorme valor y tienen mucho que decirle a este país” y celebró la decisión del ejército zapatista, “es la mejor manera de caminar hacia adelante”, afirma.

Alejandra Barrales, lideresa del PRD, también se congratuló con el anuncio pues el zapatismo “está en posibilidad de ejercer la candidatura independiente”, la cual “ya no está sujeta a voluntades” de los poderes fácticos, consideró la del sol azteca.

Como parte de la política perredista de acompañar a todos aquellos que quieren cambiar el rumbo del país, adelantó que el PRD podría convocar al zapatismo “para poder diseñar ese proyecto de país y, después, definir quién es la mujer u hombre ideal para materializar”.

  Para Acción Nacional, todos los ciudadanos tienen libertad y derecho de ejercer sus facultades polí- tico-electorales, pero “de manera civilizada y organizada”, por lo que coincide en celebrar la posibilidad del zapatismo.

El líder de la fracción del PAN en el Senado subraya que “la ruta civilizada en un país democrático es la participación para escoger a sus autoridades, pero dentro del sistema político-electoral, por lo que celebra que los integrantes del CNI valoren la posibilidad.

A su vez, Pablo Escudero, presidente de la Cámara alta, señaló que en la vida democrática de un país se debe esperar que las personas con “inquietudes”, abandonen sus métodos de lucha y entrar al sistema democrático.

“Siempre vamos a celebrar a aquellos que dejen las calles y quieran entrar al marco constitucional y legal para aspirar al poder y presidir algún ente de gobierno”, afirmó.