La historia de amor de Gabriel y Geraldine

 

El gusto de estar casados, les duró muy poco


Tras 10 años de relación y dos de matrimonio, Geraldine Bazán y Gabriel Soto le pusieron punto final a su historia de amor.

Aunque la pareja ya llevaba separada desde agosto de 2017, fue hasta noviembre del mismo año que Gabriel se animó a hacer público que están en proceso de divorcio.

Geraldine y Gabriel se conocieron en 2007 durante las grabaciones de la telenovela Las riendas del amor, ahí cupido los flechó y tras algunas salidas y coqueteos, en diciembre de ese mismo año la actriz que en ese entonces tenía 24 y el actor de 32 se hicieron novios.

Tras dos años de relación, todo parecía transcurrir con normalidad, hasta que anunciaron en una conferencia de prensa que se convertirían en papás. Fue así que en enero de 2009 recibieron a su primogénita Elissa Marie.

Después de este hecho que marcó sus vidas, tuvieron varios ires y venires, su relación se volvió un poco inestable tanto que estuvieron separados por un tiempo. Después de tanto pensar, se dieron una segunda oportunidad.

Ya tranquilos porque habían superado sus diferencias, decidieron agrandar la familia y fue así que en 2014, cinco años después del nacimiento de su primera hija le dieron la bienvenida a Alexa Miranda, quien actualmente tiene 3 años.

Al ver que habían formado una familia hermosa y que una de las mayores ilusiones de sus hijas era verlos casados, Gabriel y Geraldine decidieron pisar el altar en febrero de 2016.

Los actores se dieron el sí en una ceremonia íntima a la que asistieron amigos y familiares cercanos. La boda se realizó en una iglesia de la Ciudad de México, además de casarse la pareja aprovechó para bautizar a su hija Alexa Miranda, la madrina fue Sherlyn íntima amiga de Geraldine.

Días mas tarde se casaron por lo civil en un hotel de Valle de Bravo, para este día tan especial Geraldine eligió algunos diseños de Benito Santos.

Sin duda ese día fue muy especial para la pareja que después de 8 años de relación la consolidaban con una ceremonia. Se veían tan felices y satisfechos por unir sus vidas, que no imaginaron que dos años después terminarían divorciándose.

Todo trancurría en calma, hasta que (dos semanas después de la boda) una revista publicó una serie de imágenes en donde se veía a Gabriel jugando en la playa con Marjorie de Sousa, con quien en ese entonces protagonizaba la obra de teatro Por qué los hombres aman a la cabronas?

Aunque Gabriel emitió un comunicado asegurando que las fotos fueron sacadas de contexto esto mermó su relación tanto que Geraldine se distanció del actor y dejó de usar su anillo de casada. Tras varios altibajos, la pareja parecía superar un obstáculo más en su relación y se les volvió a ver felices en su luna de miel, misma que celebraron en Napa Valley, California en junio de 2016.

Todo parecía marchar viento en popa, la pareja se veía estable, contenta y más enamorada que nunca, hasta celebraron su primer aniversario de bodas con un romántico viaje a Bora Bora.

Pero fue a principios de 2017 que un nuevo rumor sacudió la tranquilidad de Geraldine y Gabriel Soto pues la prensa comenzó a especular que el hijo de Marjorie de Sousa no era de Julián Gil sino de Gabriel Soto.

Estas especulaciones volvieron a sacudir a la pareja que por más que intentó ya no pudo salir del bache de la terrible crisis matrimonial en la que se enfrascaron.

Tras varios meses de especulaciones, fue el mismo actor quien decidió hacer público a través de sus redes sociales que había tomado la decisión de separarse.

AG