Hay muchos Harvey Weinstein

 

En el mundo del cine abundan los depredadores sexuales


“Hay muchos Harvey Weinstein en Hollywood”, declaraba hace unos días la actriz británica Emma Thompson respecto a las acusaciones de acoso sexual del famoso productor de Hollywood caído ahora en desgracia. “No creo que se le pueda describir como un adicto al sexo, es un depredador”, afirmaba tajante.

En efecto. Weinstein es sólo la punta del iceberg de una industria organizada de intimidación y menosprecio a las intérpretes, que en muchas ocasiones han sufrido en silencio el acoso de directores y productores a la hora de conseguir un papel.

Una de las actrices que ha querido hablar abiertamente sobre esta situación es la actriz Patricia Arquette, ganadora del Oscar por su trabajo en Boyhood, quien ha revelado en su cuenta de Twitter un encuentro “raro” que tuvo con el cineasta Oliver Stone hace unos años. Los hechos ocurrieron en 1994 cuando, después de una reunión profesional, en la que el director le propuso un papel de contenido “muy sexual”, éste le envió flores e incluso la invitó a acompañarlo al estreno de su filme Asesinos por naturaleza.

Patricia acudió al estreno, pero fue con su novio. Oliver la esperó a la salida del baño y le reclamó: “¿Por qué lo trajiste?”. La actriz nunca volvió a saber más sobre la presunta película que debía filmar con el realizador de Pelotón.

La de Patricia Arquette no es la única acusación que hay sobre Stone. En 2012, por ejemplo, Salma Hayek intentó quitarse de encima las largas manos del director sobre su pecho en el estreno en Londres de Salvajes. “No me toques, Oli”, le dijo la actriz mexicana con cara de angustia, mientras él la miraba con sonrisa pícara.

Recientemente, la actriz y modelo de Playboy, Carrie Stevens también le acusó de manosear su pecho en una fiesta.

Cabe señalar que Oliver Stone es uno de los pocos que han defendido públicamente a Weinstein. “No es fácil lo que está atravesando. Durante ese periodo era un rival y no lo conocía realmente. He escuchado historias de terror sobre todo el mundo en esta industria, o sea que no voy a comentar chismes”, ha dicho.

Por su parte, Björk, ha querido hacerse eco del acoso sexual que sufrió a manos de un “director danés” en el pasado.

En un mensaje a través de su página de Facebook, la artista islandesa ha dicho que se ha sentido “inspirada por las mujeres” que están alzando la voz en contra del abuso para contar sus desafortunadas experiencias.

Pese a no decir claramente el nombre de la persona que cometió los abusos, está claro que Björk se refiere a la dolorosa experiencia que sufrió en el rodaje de la película Dancer in the dark (2000) a manos del polémico realizador Lars von Trier, el único cineasta danés con el que ha trabajado.

La islandesa ha relatado que cuando decidió iniciarse en la actuación, procedía de uno de los países “más igualitarios entre sexos” y con una “posición de fortaleza” que ya tenía en el mundo de la música. Por eso se percató de que “humillarse y rebajarse sexualmente era la norma” para una mujer en esa profesión, y que incluso el equipo de la producción “lo alentaba”.

“Me di cuenta de que es una cosa universal que un director puede tocar y acosar a sus actrices a voluntad y la institución del cine lo permite”, ha sentenciado. Desde entonces, Björk se ha mantenido alejada del mundo del cine.