Hijo de narcotraficantes es un exitoso top-model

 

Jordan Kale Barret saltó a la fama por robar cigarrillos


El australiano Jordan Kale Barret –rubio, ojo azul, 1.88 metros de estatura–, es actualmente uno de los modelos más cotizados del planeta. A sus 20 años, las firmas Versace, Tom Ford, Tommy Hilfiger, Balmain y Moschino se lo pelean para lucir en las pasarelas sus atuendos masculinos. GQ, Vogue, Esquire y Details lo llevan en sus portadas. Su vida está rodeada de lujos, fiestas y glamour.

En otras palabras, la suerte y la fortuna le sonríen.

Pero no siempre fue así la vida de Jordan Kale Barret. De hecho, daría una buena porción de lo que tiene ahora por borrar gran parte de su pasado.

Su padre, Adrian Barrett, es un narcotraficante, líder de uno de los cárteles de la droga más poderosos de Australia, que en 2013 fue condenado a ocho años de prisión. Cuando la policía lo detuvo, tenía en su poder medio millón de dólares en efectivo, armas, un Ferrari último modelo, 500 píldoras de éxtasis y 158 kilos de marihuana.

Allison Cale, madrastra de Jordan Kale, también fue capturada y acusada de ser una de las cabezas de la organización criminal. De igual forma, fue sentenciada a ocho años de cárcel. Nunca se encontró evidencia ni se pudo comprobar que el hoy exitoso top-model tuviera nada que ver con el “negocio familiar” ni con las actividades ilegales de su padre. Su camino en el mundo de la moda inició cuando tenía 14 años cuando un empleado de la agencia de modelos IMG lo descubrió en un 7eleven, justo en el momento en que robaba un paquete de cigarrillos y un encendedor.

Jordan pensó que era el encargado de seguridad de la tienda, pero para su fortuna sería el hombre que le cambiaría la vida, pues un par de años más tarde haría su debut en las pasarelas.

El joven asegura estar muy a gusto en el mundo de la moda, pero ya toma clases de actuación y en poco tiempo podríamos verlo en alguna cinta o serie de TV.