La relación de Luis Miguel y el Negro Durazo

 

Luisito Rey hizo hasta lo impensable por catapultar la carrera de su hijo


El tercer capítulo de la serie sobre la vida de Luis Miguel destapó uno de los mitos más conocidos sobre la vida del cantante, su relación con el general Arturo Durazo quien en esa época (principios de los 80) era el jefe del Departamento de Policía y Tránsito de la Ciudad de México.

De acuerdo con la serie, Luisito Rey, padre de Micky, le pidió a Andrés García conocer al Negro Durazo para que este a su vez le hiciera el favor de presentarle a Paulina, la hija del entonces presidente José López Portillo, quien estaba próxima a casarse y cuyo evento sería la plataforma ideal para impulsar la carrera de Luis Miguel.

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En poco menos de una hora, la serie dejó muy claro que si hay una reencarnación del demonio es el mismísimo Luisito Rey.

Sin duda este episodio en la vida de El Sol cambió definitivamente su vida para bien y para mal, pues mientras su carrera apuntaba hacia el cielo, la vida de su madre comenzaría a ir en picada.

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Todo comienza cuando Andrés García organiza una gran fiesta en su casa, a la que asiste el Negro Durazo. Ahí el jefe de la policía queda prendado de la belleza de Marcela Basteri, la madre de Luis Miguel. Este hecho no pasa desapercibido por Luisito Rey quien ni tardo ni perezoso aprovecha la oportunidad para poner en marcha su plan sin importar las consecuencias ni lo que tenga que arriesgar con tal de lanzar a su hijo al estrellato.

En la celebración, Luis utiliza al ‘amor de su vida’ como carne de cañón para enganchar al político y convencerlo de que lo ayude.

Para pesar de muchos su plan maquiavélico funciona, y el Negro funge como conexión entre Luis Miguel y Paulina López Portillo.

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En la boda, Micky interpretó un tema escrito por la misma novia, dedicado a su padre el entonces presidente de México.

Cuenta la leyenda que en la boda estaban presentes varios directivos de la disquera EMI quienes al escuchar cantar al niño inmediatamente quisieron firmarlo.

Si bien en un principio sólo asistirían Luisito y Luismi a la boda, de última hora también asistió Marcela debido a que llegó a su casa un regalo para ella. Un vestido de gala cortesía de nada menos que de Durazo. Luisito recibió el detalle y lo hizo pasar como propio, Marcela creyendo que Luis se lo había comprado accedió a ponérselo e ir al evento.

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Ya en la celebración, la modelo italiana se entera que la prenda fue un obsequio del político y no de su esposo, lo que la enfurece, y provoca la primera pelea fuerte entre ella y Luisito.

Aún falta por descubrir más acerca de esta maquiavélica mancuerna, será que los rumores sobre que el Negro Durazo ayudó a Luisito Rey a cambio de favores sexuales sea ciertos. No podemos esperar a ver el capítulo 4.

AG