Lanzan otro avance del Episodio VIII de Star Wars

 

Una epopeya galáctica


ROGELIO SEGOVIANO

“Estoy devastado. Si quieren llegar limpios, de verdad evítenlo. Pero está increíble…”. Así, con esas palabras, el cineasta Ryan Johnson, director de la más reciente entrega de la saga fílmica Star Wars, presentaba el esperado nuevo trailer del Episodio VIII: Los últimos Jedi, y provocaba un desequilibrio en la Fuerza, pues para los millones de fans nada será igual hasta el 15 de diciembre, cuando sea el estreno mundial de la película.

El nuevo avance de la franquicia galáctica, que en menos de un día alcanzó las 20 millones de reproducciones en la plataforma YouTube, logró estremecer a propios y extraños al mostrar a un atemorizado Luke Skywalker que presagia el final de la estirpe de los caballeros Jedi.

Y ese mismo rostro de temor encontramos en Rey, la nueva aprendiz de Luke; miedo en el rostro de Kylo Ren a su pasado y su futuro; miedo a morir en la mirada de la General Organa (Princesa Leia); miedo entre los miembros de la Primera Orden a desaparecer… Miedo, miedo y más miedo.

Y quienes han seguido la historia desde sus primeras entregas, saben que el miedo sólo puede llevar a un sitio: al Lado Oscuro de la Fuerza.

“Sólo había visto esta fuerza pura una vez y no me asustó lo suficiente. Ahora sí”, sentencia un decadente Luke Skywalker en un momento del trailer y tras ver la Fuerza que acompaña a Rey. Una Fuerza que separa la tierra, que mueve piedras y que parece difícil de controlar. ¿A quién nos recuerda? Al pequeño Anakin con increíbles niveles de miriclodianos, a un Anakin adolescente incapaz de controlarse, a un Anakin asustado y aterrado que acaba por entregarse al Lado Oscuro, a un Anakin convertido en Darth Vader.

Pero Luke no se refiere a su padre, sino a su sobrino Kylo Ren, el hijo de Leia y Han Solo. El niño al que intentó entrenar pero lo inició en las fuerzas del mal; el jóven por el que tuvo que emigrar y ocultarse en tierras lejanas. Ahora Skywalker tiene miedo a Rey y a su Fuerza; y por lo que se desprende del espectacular avance, no le enseñará el rumbo que debe tomar ni cuál es su sitio en todo esto.