En la reciente entrega de los Globos de Oro, Lee Unkrich, director de la cinta “Coco“dijo al recibir el galardón por Mejor cinta animada que la película “no hubiera existido sin la maravillosa gente de México y sin su hermosa tradición de Día de Muertos“, y en eso tiene toda la razón, pues el filme refleja una parte importante de la cultura milenaria de nuestro país, y gracias a esto la producción de Pixar pudo conectar con los más de 16 de millones de espectadores mexicanos que acudieron a verla a las salas cinematográficas.
Por sí sola, Coco rompió varios records en la república mexicana la de mayor número de asistentes en la historia (16 millones 430 mil), mayor recaudación de una película animada ($785,250,000 pesos), y la de mayor recaudación en toda la taquilla durante el 2017.
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En Coco se hablan de varias tradiciones como el culto a la muerte, las ofrendas, las típicas piñatas de las posadas, sin mencionar que tiene guiños a la cultura popular del país que van desde los grandes ídolos de la música mexicana (Pedro Infante y Jorge Negrete) así como famosos comediantes (tal es el caso de Cantinflas), y artistas plásticos que tuvieron gran influencia a nivel mundial (Frida Kahlo y Diego Rivera). Por estas razón no es de extrañarse que en 2003 la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) haya declarado a la festividad indígena del Día de Muertos, Obra maestra del patrimonio cultural de la humanidad.
Esta festividad representa uno de los ejemplos más relevantes del patrimonio vivo de México y del mundo, por ser una de las expresiones culturales más antiguas de los grupos indígenas que actualmente habitan en nuestro país.
Por ser una de las celebraciones más importantes de México se ha convertido en una excelente oportunidad para impulsar la industria turística. Tan sólo en esos días, en 2017, el país tuvo una derrama económica de 170 millones de pesos.
Pero lo que más nos llegó al corazón fue le homenaje que le hicieron al valor y significado de la familia. Como en todo núcleo familiar, vimos desacuerdos, diversidad de intereses y una gran amor por los antepasados.
Sin duda, Coco ofrece una nueva perspectiva sobre la gente y la cultura mexicana.
AG