Se busca foto del año

 

World Press Photo presentó las seis imágenes finalistas de su célebre certamen


Una imagen del fotógrafo venezolano Ronaldo Schemidt, que retrata la quema accidental de un manifestante durante unos disturbios en Caracas, es una de las seis fotografías nominadas al premio World Press Photo del año. La instantánea recoge el momento en el que José Víctor Salazar, de 28 años, sale corriendo envuelto en llamas.

El joven, convertido en antorcha humana y provisto con una máscara, corre en busca de ayuda para apagar el fuego de su cuerpo, mientras al fondo de la imagen se aprecia, en la pared, el grafiti de una pistola que apunta hacia la palabra “paz”.

La imagen de Schemidt es una de las seis nominadas en la categoría Fotografía del Año del certamen organizado por la fundación World Press Photo, cuyo jurado recibió más de 73 mil solicitudes.

Otra de las fotos candidatas al premio es la tomada por el fotógrafo londinense Toby Melville para la agencia Reuters durante el atentado de Westminster que sacudió la ciudad de Londres en marzo de 2017.

El jurado de World Press Photo también ha seleccionado el retrato de una niña víctima de Boko Haram en Nigeria. Una instantánea del fotoperiodista australiano Adam Ferguson, en la que aparece Aisha, de 14 años, a quien el grupo terrorista secuestró y le asignó la misión de participar en una misión de bombardeo suicida. Pero la niña consiguió escapar y encontrar ayuda en vez de inmolarse. La fotografía fue realizada el 21 de septiembre de 2017 en la ciudad de Maiduguri, en Nigeria.

El drama de los refugiados rohinyás, en Myanmar, es otro de los temas que protagoniza la edición de este año del premio más relevante del fotoperiodismo. La fotografía tomada por Patrick Brown de Panos Pictures en septiembre de 2017 muestra los cuerpos sin vida de unos niños y refugiados rohinyá en una playa en Cox Bazar (Bangladesh) después de que naufragara su barco mientras huían de Birmania.

También aspiran a ganar el World Press Photo del año dos instantáneas del fotógrafo Ivor Prickett para The New York Times sobre la liberación de Mosul del Estado Islámico por parte de las fuerzas iraquíes. En la primera fotografía, civiles que quedaron atrapados al este de Mosul, el último bastión de Daesh en Irak, hacen fila para recibir medicamentos en el barrio de Mamun, donde hubo también una grave escasez de alimentos y agua.

La segunda foto de Ivor Prickett nominada al World Press Photo muestra a un niño en brazos de un hombre, sospechoso de ser militante del Daesh, que intenta salir de la última zona controlada por el Daesh en Mosul (Irak) el 12 de julio de 2012. Los soldados sospechaban que el hombre estaba usando al niño como escudo humano para conseguir abandonar el lugar ya que no sabía su nombre y alegaba que lo habían abandonado a su suerte en la calle.