El celular, asesino de relaciones interpersonales

 

Fenómeno del phubbing va en aumento a escala global, según expertos


Marlene estudia psicología y la mayoría del tiempo interactúa con sus compañeros a través del celular. El uso excesivo del teléfono inteligente o smartphone ha comenzado a generarle algunos problemas.

“A veces creo que estoy muy enfocada al celular y me pierdo de otras cosas, incluso siento que a veces es peligroso, porque voy en la calle y no me fijo. El otro día casi me atropellan, entonces está un poco mal”, recordó.

La estudiante estima que, en promedio, hace uso de su celular más de cinco horas al día, sin embargo, cada vez lo utiliza más.

“He notado que en las noches, cuando lo ocupo mucho, como que al otro día me cuesta trabajo ver o tener más atención a todos, afecta a la memoria, según leí en un informe.

También con mi familia, a veces me están platicando cosas o queremos interactuar pero yo estoy con mi teléfono y se enojan conmigo”, dijo.

El prestar más atención al teléfono celular que a la persona que nos acompaña es un fenómeno que va en aumento a nivel global, de acuerdo con especialistas.

“Llegan a pasar más de 18 horas en el teléfono, incluyendo horas de sueño, por lo que se afecta el tiempo dedicado a descansar y provoca que no se levanten temprano. Pasan la mayor parte del tiempo con el teléfono encendido y hay personas que hasta sienten ansiedad por olvidar el teléfono o porque se les acabó la batería, aunque no tengan nada importante para ver”, apuntó la psicóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Sonia López.

La experta explicó que a esto se le conoce como phubbing.

“En 2013, en Estados Unidos, se juntan dos palabras la palabra phone y la palabra snubbing que juntas hacen la palabra phubbing, que quiere decir poner más atención al teléfono celular que a las relaciones personales”, agregó.

De acuerdo con la catedrática, el phubbing provoca disfunción social; adicción e insomnio, problemas de autoestima y depresión.

“El phubbing tiene como consecuencias o efectos más importantes el deterioro de las relaciones personales, algo que también se puede llamar disfunción social. Este mal há- bito puede deteriorar las relaciones de pareja, entre amigos y familiares porque los individuos prestan más atención a los dispositivos electrónicos que a las personas. Las parejas llegan a romper por eso, porque no se ponen atención”, afirmó.

La población más vulnerable a este fenómeno son las personas de entre 10 y 25 años. En promedio, una persona interactúa con su celular por lo menos 276 veces al día.

“Hace aproximadamente cuatro meses terminó esta relación, la había notado en declive. Hace como siete meses, cada vez que nos veíamos era sólo estar en el celular y en el celular, hablando por teléfono, contestando mensajes, y se fue perdiendo la comunicación de pareja”, comentó Andrea Mateos, estudiante de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM.

La joven aseguró que su madre se distanció de ella desde que se compró un smartphone.

“Hace como dos años mi mamá se actualizó en esto de la tecnología y se compró un celular, empezó a bajar muchos juegos, WhatsApp, Facebook y se empezó a hacer adicta a todas esas aplicaciones. Se desvela todas las noches hasta como a las tres o cuatro de la mañana jugando y ha llegado a tener accidentes, como hace dos semanas que se cayó y se fracturó el dedo por salvar su celular”, indicó.

López admitió que no hay estudios sobre el phubbing en México, contrario a otros países donde han iniciado campañas para frenarlo.

“Algunos restaurantes o bares obligan a dejar el teléfono en sus áreas de recepción. En México no hay nada; de hecho, casi no se conoce el fenómeno”, indicó.