Atención oportuna desarrolla a niños genio

 

Desde que tenía cuatro años fue diagnosticado como niño sobredotado


A los 14 años se graduó como psicólogo y médico cirujano, ocho años después, a sus 22 años, recibió el doctorado en innovación educativa.

Se llama Andrew Almazán y desde que tenía cuatro años fue diagnosticado como niño sobredotado, también con trastorno de déficit de atención (TDH), por lo que los médicos recomendaron a sus padres que recibiera tratamiento farmacológico para “regresarlo al promedio intelectual de los niños comunes”.

Andrew está seguro que el talento que no se utiliza se pierde, motivo por el que explica que lo que ocurre con los niños sobredotados es que esa inteligencia se desperdicia por estar mal diagnosticada en ocasiones como TDH, asperger, autismo, entre otras, motivo por el que gran porcentaje de menores sufren bullying y eso provoca que renuncien a sus capacidades para ser aceptados en su entorno.

“Las niñas son las que con mayor frecuencia evitan demostrar su intelecto por miedo a ser rechazadas, por lo que terminan perdiendo toda esa inteligencia con el paso de los años, si no son atendidas por sus padres y en lugares adecuados”, señala Andrew.

El joven prodigio asegura que una prueba de la falta de mecanismos para descubrir a los niños con coeficiente alto es que antes de 2010 no había institución alguna encargada de atenderlos.