De niña fan del museo a bióloga investigadora

 

Edna González descubrió su vocación y una nueva especie de anfibio


Edna González Bernal fue una niña curiosa y fiel seguidora del Museo de Historia Natural de Puebla. Con los años se dio cuenta de que la biología era su vocación. Hace aproximadamente un año encontró una nueva especie de rana en la Sierra Norte de Oaxaca.

La especialista recordó que cuando era niña solía levantar a su padre los domingos para que la llevara al museo. Ya se sabía de memoria la exposición, pero siempre quería estar ahí.

Ahora, es una científica del Sistema Nacional de Investigadores (SIN) del Colegio Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la más importante especialista en anfibios del país, gracias a lo cual pudo identificar a La Esperanza, un batracio al que nombró así debido al lugar donde fue hallado.

Desde niña desarrolló la pasión por la naturaleza y le gustaba cuando su padre se sentaba a explicarle las fotografías de las revistas Life que había en casa.

Cuando llegó el momento de hacerse esa pregunta “¿qué es lo que quisiera hacer yo todos los días?”, la decisión ya estaba tomada: bióloga.

Cursó la licenciatura en biología en la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).

La especialista recordó con emoción la película Gorilas en la Niebla, que la llevó a “entender cómo una mujer se metía a vivir con los gorilas, trabajaba por defenderlos y lograba salvarlos”, situación que se sumó a su necesidad por realizar actividades fuera de la ciudad.

“Yo decía: ‘quiero estar haciendo esto, quiero caminar, poder estar en el campo e intentar salvar animales’.

Me veía explorando la selva”, indicó. Ahora es la principal investigadora de anfibios en México, vocación que visualizó por primera vez durante un intercambio en la Universidad Austral en Chile, mientras estudiaba la licenciatura. Ahí, un profesor herpetólogo le explicó el problema mundial que ha causado el declive de estos animales.

“Creo que en ese momento es cuando decidí dedicarme a investigar y entender por qué está pasando esto, por qué les está afectando y qué podemos hacer”, contó.

La Esperanza

Desde hace tres años, González Bernal vive en Oaxaca, es catedrática del Conacyt en el estado, pero también trabaja en el Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Ahí desarrolla varios proyectos, uno de los cuales se encuentra en los valles centrales, donde exploran cómo la modificación del hábitat por actividades humanas afecta a los anfibios, las respuestas que éstos tienen ante dichas modificaciones y cómo esto podría agudizar el riesgo ante el cambio climático.

Otro proyecto lo lleva a cabo en la Sierra Norte de Oaxaca con ranas endémicas de la región.

“Investigamos cómo la transformación del hábitat afecta a especies que ya de por sí están en riesgo; necesitamos entender su respuesta a los cambios como la tala y las enfermedades que las matan”, explicó.

Este último proyecto que realiza junto con sus alumnos del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR), Unidad Oaxaca, involucra a la población local.

“Hacemos talleres de educación ambiental”, detalló.

“Mostramos la importancia de los bosques que son hábitat de muchas de estas especies y también estamos intentando arrancar proyectos de ciencia ciudadana. Por ejemplo, cuando un señor sale por su leña, se lleva una cámara y un GPS, y si encuentra una rana en el camino, le toma foto y la georreferencia, esa es la información que nosotros vamos colectando”, agregó.