El Cervantino tras los jóvenes

 

Queremos conectar con los adolescentes, así sea con rap o pop


“El Festival Cervantino es una ventana abierta a la cultura y la reflexión sobre la sociedad y la política, por eso se tiene que fomentar, porque vamos dejando una semilla entre los asistentes cada año”, aseguró la directora del encuentro, Marcela Diez Martínez.
Afirmó que ante los géneros musicales que acaparan a los jóvenes, como el reguetón, la banda o el hip hop, es posible acercar al Cervantino este tipo de manifestaciones, porque tambien forman parte de nuestro abanico cultural.
“Por ejemplo, el año pasado tuvimos el proyecto Cervantes en Rap, que fue muy exitoso. Eso nos hizo entender que hay que encontrar el lenguaje para que sea más atractivo a los jóvenes un tema como Cervantes. Si tocas el lenguaje que ellos quieren usar, sí los podemos acercar a la cultura”, aseveró.
Desde 1972 el Festival Internacional Cervantino (FIC) es el encuentro cultural más importante de México y Latinoamérica, con más de un centenar de presentaciones artísticas nacionales e internacionales cada año.
En su edición 45, el FIC –a realizarse del 11 al 29 de octubre– busca fortalecerse y enfrentar los retos de un país donde la gente sólo destina 3.8 por ciento de sus ingresos totales al consumo de bienes y servicios culturales.
Diez sostuvo que el FIC funge como fuente de reconstrucción en el tejido social del país, “entendiendo a la cultura como una forma de reflexión”.
“No todos los jóvenes viven en las urbes, también lo hacen en zonas rurales, y es importante incluirlos a todos. Es relevante que tratemos de acercamos nosotros ya que no van a llegar solos”, reconoció.
Dijo que la reputación y solidez que enmarcan al Cervantino han hecho inusual que artistas o agrupaciones desistan de asistir; sin embargo, subrayó que cualquier tipo de festival surge de “un acto de fe”, con la base de que “todo va a salir de maravilla”.
“Las cancelaciones que llegamos a tener son por cuestiones de salud, es rarísimo que tengamos cancelaciones. Aunque todo aquel que organiza un festival sabe que es un acto de fe, porque puede llover, irse la luz o pasar cualquier cosa”.
Reveló que la programación de un encuentro así implica tener acercamientos desde tres o cuatro años antes con los artistas para ir perfilando, “sobre todo porque los grupos de ópera o danza de renombre internacional tienen giras montadas con mucho tiempo de antelación”.
“Para nosotros todos los espectáculos son igual de importantes, porque hay que tratar bien al artista, pero sobre todo al público y dar un espectáculo de calidad. Para los artistas no tenemos tratos especiales”.
La funcionaria recordó al FIC de su juventud como un lugar de escape y descubrimiento, al igual que muchos jóvenes lo viven cada año en octubre.
“Yo fui muy joven, por ahí de los 18, creo que le dije mentiras a mis papás. Me fui con una bola de amigos a ver qué nos pasaba. Llegamos y había un espectáculo en la Alhóndiga, al único que pudimos entrar, pero nos pasamos un fin de semana divertido tan solo viendo lo que pasaba en la calle”, mencionó.
Aseguró que ya se ha corregido el grave problema de ingerir bebidas alcohólicas en las calles durante el festival . “No se puede evitar que haya gente bebiendo, pero creo que está muy acotado de lo que estuvo hace unos años”, finalizó.