Sábado por la noche y tu hobbie favorito es ver películas de terror. Pero terror de ese que te hace gritar y luego no querer ir solo a ningún lado por temor a que el ente o energía en cuestión aparezca detrás de una puerta… ¿adictivo, no?
De acuerdo con los científicos cuando hay una situación desconocida que nos pone en riesgo, nuestro cerebro libera una serie de hormonas que nos hacen sentir eufóricos y los productores y directores han sabido aprovecharlo al máximo.
Los creadores de cine de terror juegan con tu sistema nervioso creando una mezcla de miedo, satisfacción y curiosidad, alimentado por uno de los elementos estrella de este género de cine: la música.
¿Quieres saber más de cómo funciona esto? ¡Checa este video!
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