Ocho cosas que te da un like en tus publicaciones

 

Las redes sociales modificaron para siempre nuestra vida social, aquí unos ejemplos


AUTOR DEL TEXTO ORIGINAL EN REVISTA CAMBIO: CARLOS TOMASINI

En México, más de 90 % de los usuarios de Internet tiene Facebook, es decir, casi 70 millones de personas y el número va en aumento. El acceso al ambiente del social media ha derrumbado de golpe barreras sociales, económicas, de género, geográficas y hasta generacionales.

Las redes sociales son una especie de mundo paralelo en el que el filtro de lo que se ve ya no lo hace un medio, sino el mismo usuario. Está lleno de cosas intangibles, pero lo que la mayoría busca es el codiciado like, la representación de la aceptación que es la llave de entrada a un círculo social al que, de otra forma, le sería negado.

Este disruptivo like modificó diversos conceptos de nuestras vidas, y aquí enumeramos sólo ocho de los más notables:

1. La felicidad

Tener un like en cualquier red social genera en el usuario altos niveles de dopamina –una sustancia química (o neurotransmisor) básica en las respuestas nerviosas del ser humano– que está relacionadas con la expresión de las emociones, como la felicidad.

El cerebro siempre quiere dopamina, y las redes sociales son un rápido medio para obtenerla. ¿Quién no disfruta un like en su foto de perfil o en aquel chiste que hizo reír a todos? La aceptación en Tinder, Facebook, Instagram, Twitter y hasta en LinkedIn nos da felicidad.

2. La amistad

El like también representa ser aceptado en una comunidad que comparte tu opinión y tu sentir. Frases como “Somos amigos en Facebook” han modificado el tradicional concepto de amistad.

Aunque puedes sentir afecto, simpatía y confianza con algún contacto de Facebook, la verdad es que con pocos tendrías una relación profunda en la vida real como para contarle secretos o pedirle consejos, como haces con los amigos. ¿O no te ha pasado que conoces en persona a alguien a quien sueles darle likes, pero no sabes qué hacer cuando lo tienes enfrente?

3. El sexo

No hablemos del amor, sino del sexo. Las redes sociales permiten hablar abiertamente de este tema, lo cual, en la vida real, ayuda a ahorrarse muchos pasos a fin de practicarlo. Tinder, por ejemplo, tiene el sexo como objetivo final, aunque usa el pretexto de conocer personas. Allí el like triplica su valor porque es un mensaje directo de “yo quiero todo contigo”.

Las redes sociales no han eliminado prejuicios ancestrales, no obstante, sí han acercado un poco más a las personas al sexo con un simple “me gusta”, y eso siempre se agradece. El like es como el nuevo afrodisiaco. ¿Tu crush dejó de darte likes? Lamento decirte que lo has perdido.

4. La información

Las redes sociales son un espacio en el que se escuchan todas las voces y tienen cabida todas las verdades. Ahí no caben aquellas afirmaciones que rezan “los medios manipulan la información”, debido a que todos dicen lo que piensan y lo que saben.

Irónicamente, no son tan plurales en la realidad, ya que cada usuario selecciona las personas y medios con quien desea compartir su espacio, así que termina viendo en su red a una comunidad con afinidades y opiniones similares a las de él. Este nivel de confianza permite que no sea necesario dudar de los contenidos que se ven, inclusive los comparten confiando ciegamente en ellos. Primero les dan like, después verán si son ciertos o no, porque vienen de otros usuarios con credibilidad. De ahí el éxito incomprensible de las llamadas fake news.

5. La autoestima

En las redes sociales no te ves como todos te ven en la realidad, sino como tú quieres que te vean. La foto de perfil es la representación de cómo te gustaría estar, y tu descripción de perfil es la materialización de quién te gustaría ser. Y esto es tan aceptado que es la esencia de redes como Tinder. La vida que comparten las personas en sus redes suele ser la que todos, empezando por ellos mismos, quisieran tener. El like es el nuevo alimento del alma.

6. La participación social

Nunca como ahora, en gran parte gracias a las redes sociales, pareciera haber tanta conciencia social. Se pide respetar a los animales, se condena el abuso infantil, se dan a conocer acciones contra el calentamiento global, se invita a dejar de usar popotes, se exige castigar a los políticos corruptos y se expresa solidaridad con las víctimas de la guerra. Lo curioso es que, a pesar de todo lo que se comenta en las redes, los problemas del mundo siguen allí. El siglo XXI ha visto nacer el “activismo de sofá”, una de las actividades en las que los usuarios invierten su tiempo en las redes sociales, pero ¿alguien de verdad cree que el planeta pueda cambiarse con la fuerza de los likes?

7. La diversión

La gente ya no pasa horas frente a la pantalla de televisión, ahora las pasa frente a la pantalla de su celular, ve y comparte videos, memes y GIFT, que le hacen pasar un momento divertido, críticar o reflexionar sobre algo, y sienten que cumplen una especie de deber al compartirlo con sus amigos. ¿Quién no le ha dicho a su grupo de WhatsApp algo como “lol, tienen que ver esto”? Las redes sociales no cambiaron los contenidos que nos hacían reír, sólo transformaron la manera en la cual los socializamos, porque ahora les puedes dar like y hacerlos virales con el propósito de que todos los vean, inclusive los que todavía ven televisión.

8. La popularidad y el liderazgo

Las personas que obtienen muchos likes son las que hoy tienen autoridad para opinar, y a quienes más gente les cree, son los llamados influencers, a los que las marcas los buscan con la finalidad de que las anuncien y los fans les piden autógrafos en la calle. A pocos les importa la manera en la que estos líderes de opinión ganaron sus likes, ¡porque el hecho es que los tienen! Así, YouTube o Twitter son los nuevos generadores de líderes de opinión, y ya no es el púlpito, la universidad, la televisión o las páginas de un periódico, debido a que en estas últimas plataformas la gente dice no creer. ¿El like es el nuevo certificado de credibilidad? Les dejo la pregunta de tarea, no sin antes aceptar que sí… nos guste o no, las redes sociales cambiaron para siempre la comunicación de la