Los lugares de culto para ir a bailar en la CDMX II

 

El Patrick Miller, La Maraka y Base Discolocos son algunos


Lo popular, es un ente complejo que masifica mitos, crea leyendas y construye historias en torno a lugares físicos, tangibles, tan fríos como la noche, pero tan viscerales como el cuerpo humano mismo.

Los lugares de música, baile, con sus paredes llenas del sudor frío de los humanos que noche a noche rozan su cuerpo en ese ritual lleno de erotismo y diversión -ambivalente como solo él – que se llama baile, son templos que ofrecen a sus fieles seguidores rituales que trascienden amistades, amores, pasiones o simples diversiones.

El culto hacia estos lugares es, pues, individual y todo aquel foro que ofrezca música, baile y uno que otro elixir mágico con que acompasar los ritmos variados de la rockola o las bandas en vivo, merecen, siempre, brindarles culto.

Hablemos, pues, de lugares de culto para ir a bailar en la Ciudad de México:

 

El Patrick Miller

El High Energy es un género musical que en nuestro país nunca ha dejado de estar vigente desde su aparición a finales de los setentas.

En la CDMX, específicamente en la colonia Roma, una bodega ubicada en la calle Mérida sirve como guarida de todos los nostálgicos y ávidos de conocimiento en el arte de la danza contemporánea.

El lugar, propiedad de Roberto Devesa, tuvo sus orígenes en una ya lejana década de los noventas en el hoy llamado Club de Periodistas, ubicado en la calle Filomeno Mata en pleno Centro Histórico.

Desde aquel entonces, en el Patrick se ofrecen diversos ritmos electrónicos que abarcan música disco, pasando por el new beat, para culminar en el techno y High Energy. Todo mezclado en tornamesas, con acetatos, lo que le da un toque vintage.

En la pista, multicolor, siempre, la danza se da en parejas, mismas que son rodeadas por la multitud que los aplaude, los admira o trata de imitar sus pasos. A la rueda no cualquiera entra, sólo los conocidos o los más diestros, lo que causa molestia entre algunos que recurren a otro lugar de la enorme pista para sacar a relucir sus pasos.

Lugar para nostálgicos en donde todos los viernes sudores, olores, alientos, luces, pasos de baile, ropa negra con estoperoles, tenis con luces y lentes negros confluyen alrededor de la “música de todos los tiempos”: el High Energy.

El UTA

Criticado, pero siempre admirado, el UTA, ubicado en la calle de Donceles, en pleno Centro Histórico, en la que fuera una casona antigua, es lugar de referencia para todo aquel que no guste, o no sea afín, a la música contemporánea, “de moda”, que en la mayoría de lugares se escucha: reggaetón o banda, por citar algunos ejemplos.

El lugar, ubicado en una segunda, y hasta tercera planta, cuenta con diversas salas, habitaciones, cual vivienda, en las cuales la modulación exacta del sonido permite escuchar -conocer- diversos géneros musicales que transitan del rock más comercial, pasando por el punk, post punk y new wave, hasta llegar al EBM y Shyntpop.

El foro es visitado por punks glamorosos, darks trasnochados y por uno que otro ser que buscan en la otredad el significado de su existencia.

La pista de baile “se calienta” alrededor de las 11:30 de la noche, por lo que es recomendable llegar tarde para disfrutar de la música que los DJs pinchan.

El lugar, que guarda un especial culto a la música de los ochentas, realiza fiestas imperdibles como la de los “muertos” en donde los disfraces predominan, y el latex sale a relucir.

Cuenta con una naciente sucursal en avenida Insurgentes, casi a la altura del Eje 1 norte (Buenavista), llamada Paranoid Visions.

Los socios de este proyecto son los culpables, directos, de que grupos como Apoptygma Berzerk, VNV Nation y Covenant sean ampliamente conocidos en nuestro país y puedan presentarse, sin problema alguno y con llenos totales, en foros como El Plaza Condesa.

La Maraka

El único Palacio en Latinoamérica de la salsa y el merengue. El famosísimo Salón La Maraka se encuentra ubicado en la calle de Mitla, esquina con eje 5, en la popular colonia Narvarte.

El foro se ha caracterizado, a lo largo de la historia, por presentar a los mejores grupos y orquestas de los citados géneros musicales en el mundo.

En el salón siempre hay baile pues cuando no hay música en vivo, entre semana, se ofrecen clases de salsa, merengue, bachata y danzón.

También organizan eventos de música Disco en donde la duela se ilumina y los atuendos retros hacen su aparición.

Tiene cuatro impresionantes pistas en donde, en cada una, puede haber una orquesta tocando en vivo (se turnan).

Si no vas preparado para el danzón, en la entrada venden ropa, accesorios, zapatos y zapatillas profesionales para que ingreses y seas el “rey de la pista“.

El Salón Caribe

El gigante de la Ribera de San Cosme. Ubicado en la colonia San Rafael, en este lugar no dejan de sonar Acerina y su danzonera, Enrique Jorrín y Dámaso Pérez Prado.

Cuando hay orquestas en vivo la cosa cambia pues los vecinos del lugar y uno que otro aventurado sacan a relucir sus mejores atuendos y pasos, trasladando a los presentes a un México que ya se fue pero que, efímero, regresa en ese momento.

El también conocido como “La catedral de la salsa en México” comenzó labores en un no tan lejano 1995 y por su escenario han desfilado figuras de la talla de Óscar de León, Sonia López, Eddie Santiago, Grupo Niche y Maelo Ruíz.

De martes a domingo, la pista está disponible para quien desee echarse unos pasos o simplemente asistir como espectador.

Y el naciente…

Base Discolocos

Otro lugar en la Ciudad en donde el High Eenergy se hace presente.

Base Discolocos es un salón de baile inclusivo que está ubicado en la José María Izazaga número 52; muy cerca de la estación del Metro Isabel la Católica.

Aunque es joven, este lugar promete convertirse en un lugar de culto debido a su apertura e inclusión, en tiempos en que la tolerancia y la erradicación de la violencia hacia los grupos vulnerables son cosa necesaria.

El lugar es un templo para el High Energy y, por ejemplo, en él ya se ha presentado Pascal Languirand, líder del cuasi mítico grupo Trans X.

Los impulsores de este foro cuentan con un manifiesto en el que afirman que creen que la violencia se puede erradicar a través del baile y la música.

“Grupo Discolocos manifiesta su compromiso con la no discriminación por origen étnico o nacional, el sexo, la edad, la discapacidad, la condición social o económica, la condición de salud, el embarazo, la lengua, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil y otras diferencias que puedan ser motivo de distinción, exclusión o restricción de derechos”, se lee en su perfil de Facebook.

El lugar abre principalmente los fines de semana.

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FF