Miniaturas, retratos en 3D

 

Abrirán exposición que muestra la pasión de Carlos Monsiváis


El coleccionista mexicano Ricardo Pérez Escamilla, dijo alguna vez: “Carlos Monsiváis tiene sus gatos y tiene sus miniaturas. Ya quedó claro, ¿Verdad?”.

Mostrar por primera vez esa faceta lúdica y juguetona del cronista de la Ciudad de México, es el propósito de la más reciente exposición que el Museo del Estanquillo presenta: El juego y el arte de la miniatura, que hace un homenaje a su fascinación por esta manifestación de arte popular.

“Para Carlos su interés en documentos, arte y gráfica, que contara la historia de nuestro país, estaba íntimamente relacionado con lo que él escribía. Aunque también le interesaba esta manifestación que, sin grandes pretensiones históricas, retrata de alguna manera, tal vez, en tercera dimensión, la vida de los mexicanos. Es por ello que Carlos Monsiváis mostró una fascinación muy distinguida hacia las miniaturas”, refirió Henoc de Santiago Dulché, director del Museo del Estanquillo.

De acuerdo con el funcionario, se tienen contabilizadas más de mil miniaturas en la colección de Monsiváis, desde pequeñas piezas hasta grandes maquetas de hasta una tonelada.

“Las miniaturas son una serie de piezas que reflejan la vida cotidiana y algunas costumbres muy arraigadas en los mexicanos. Son obras nunca antes mostradas en el museo”, puntualizó.

De Santiago Dulché afirmó que el reconocido escritor, también tuvo un gran respeto y admiración hacia los maestros, artesanos y creadores de este arte popular en miniatura, incluso hasta más que por otras personas consagradas en las letras o artes plásticas.

“Siempre tuvieron un lugar muy importante dentro de sus colaboradores y amigos, tanto así que se convirtió en un mecenas y un comprador, prácticamente compulsivo, de las piezas que producían estas personas. Tal es el caso de Roberto Ruiz, Tessa Nava y el matrimonio de los Torres, miniaturistas que prácticamente trabajaban para la fascinación de Carlos Monsiváis”, recordó.

Recreaciones de paisajes históricos, celebraciones religiosas, juegos infantiles, escenificaciones teatrales, mitos, música, lucha libre y escenas de la vida cotidiana se hacen patentes en la obra de los artistas de la exposición.

Bajo la curaduría de Ana Catalina Valenzuela, la exposición se conforma de 250 piezas entre títeres, juguetes y miniaturas escultóricas organizadas temáticamente en núcleos como: “La portentosa vida de la muerte”; “La vida es sueño y el teatro juego”; “¿Te lo cuento otra vez?”; “El juego serio de la historia” y, “Los relatos de lo que no se sabe”.

“Esta es la primera exposición que hacemos para un aprecio estético y para despertar la curiosidad de los visitantes chicos y grandes”, dijo De Santiago.