Navidad, una celebración “casi” global

Navidad, una celebración “casi” global
 

Por diversos motivos, algunas personas o naciones omiten los festejos de esta fecha


La Navidad es uno de los momentos más emotivos para gran porcentaje de la sociedad mexicana, de los instantes más esperados por las parejas, para los niños, para los amigos; sin embargo, hay algunos que desde pequeños jamás celebraron el 25 de diciembre y nunca lo harán.

Existen personas que no celebran por motivos de religión, otros por estilo de vida, pero hay algunos a quienes simplemente no les importa o no les gusta que esta fecha se transforme en lo que denominan “consumismo.”

Elena Villarreal es estudiante de posgrado en el Tecnológico de Monterrey y no celebra la Navidad porque considera que se trata de una fiesta pagana que en la antigua Roma se llamaba Saturnalia y con la mezcla cultural que la Iglesia Católica realizó entre el cristianismo primitivo y la cultura romana, transformaron la Saturnalia en la Navidad.

Rocío Olivera pertenece a un grupo cuya religión son de Testigos de Jehová, platica que desde niña jamás hay árbol de Navidad en su casa, a veces su papá le regalaba alguna cosa con el argumento de que era porque se portaba bien.

En la religión cristiana existen ciertos grupos que prefieren ignorar la Navidad, pues indican el hecho de que la Biblia no proporciona la fecha del nacimiento de Cristo.

Argumentan que el 25 de diciembre puede no estar ni siquiera aproximado a la fecha en que nació Jesús.

Hay un sinnúmero de argumentos en ambos lados, algunos refiriéndose al clima en Israel, las costumbres de los pastores en invierno y las fechas de los censos efectuadas por los romanos.

Los hijos de la luz o masones sí festejan su Navidad, pero a diferencia de otras órdenes, ellos festejan al culto de la naturaleza. Los dos equinoccios y en las dos etapas del solsticio de verano e invierno, de acuerdo al hemisferio en que uno se encuentre.

Aunque el verano sea considerado generalmente como la estación alegre y el invierno como la triste, por el hecho de que el primero representa en cierto modo el triunfo de la luz y el segundo la oscuridad.

Alejandro tiene 36 años y creció en la doctrina masónica. Él detalla que para los masones el solsticio de invierno marca un momento en que el tiempo se detiene; el presente se manifiesta en un instante de eternidad. Es un tiempo de silencio, de recogimiento interior y meditación.

“La semilla se pudre en el interior de la tierra esperando pacientemente a que llegue el tiempo apropiado para crecer y manifestarse”, agrega.

Símbolos de la Navidad

Tal vez el símbolo más popular de la alegría de la Navidad es Santa Claus, que se deriva de la tradición de San Nicolás, antiguo obispo de la ciudad de Myra, en Asia Menor. Tuvo que sufrir persecuciones, fue arrestado y sufrió tormentos durante muchos años.

Al convertirse en mártir obtuvo un gran número de devotos. Se le atribuyeron grandes proezas y actos de generosidad que hicieron resaltar su importancia ante el mundo.

Entre otras cosas se decía que había dado dotes a hijas de algunos campesinos pobres para que pudieran casarse, y que nunca pregonaba los actos generosos que realizaba.

Más tarde también se dijo que San Nicolás ofrecía regalos secretamente en su día, y se le ha presentado siempre como un protector de los niños, quienes lo acompañan en las estatuas europeas dedicadas al personaje.

El nombre Santa Claus se derivó por evolución fonética del nombre holandés San Nicolás; fueron los primeros colonizadores holandeses quienes trajeron esa tradición al nuevo mundo.