Sí hay narcomenudeo en la UAM, admite rector

 

Peñalosa presentará denuncias ante las autoridades correspondientes


Al menos dos de los cuatro planteles de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en la Ciudad de México se ubican en corredores de riesgo de narcomenudeo.

Entre las unidades Xochimilco e Iztapalapa hay cerca de 28 mil estudiantes de licenciatura en este riesgo por estar en zonas que las propias autoridades han reconocido como focos rojos de inseguridad, desde la venta de droga hasta otro tipo de delitos como los robos.

En mayo de este año el jefe delegacional de Xochimilco, Avelino Méndez, denunció que en su demarcación hay al menos 20 puntos de estos delitos.

El más conflictivo, denunció Méndez, es Santiago Tulyehualco, que es límite con Milpa Alta, Tláhuac y el estado de México.

Hace menos de dos semanas en un operativo fuerzas federales abatieran a “El Ojos”, presunto líder del Cártel de Tláhuac, mismo que presuntamente operaba dentro de Ciudad Universitaria.

En Iztapalapa, desde 2002 se advertía el incremento de distribución y consumo de drogas.En ese año, incluso, el entonces jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, buscó coordinarse con la Secretaría de Educación Pública para replantear la estrategia para combatir el narcomenudeo.

En estas delegaciones donde hay planteles de la UAM, desde hace meses se han denunciado que hay riesgos que la propia institución descartó en un principio.

Cuando asumió el cargo como rector general de la UAM, el 4 de julio, Eduardo Peñalosa Castro estimó que en esta institución educativa “así como tal, como focos rojos, problemas en conflictos donde la universidad se encuentre, no encuentro algo en la UAM, sí sé que existen otros lugares donde ha habido estos conflictos pero no en la UAM”.

Sin embargo, a un mes de su llegada a la Rectoría, Peñalosa Castro admitió que sí existen indicios de venta de droga en los planteles y que las autoridades universitarias hacen un diagnóstico para saber si existe un grupo delictivo que circule droga dentro de sus instalaciones.

En entrevista para CAPITALMEDIA, el rector general adelantó que presentará las denuncias ante las autoridades correspondientes para que se apliquen penalizaciones. Al formar comunidades estudiantiles en las universidades la alerta es aún mayor.

“El reto es disminuir, si es que encontramos incidencia, que sí la hay, de este tipo de problemas y tener dos tipos de decisiones: aquello que implique un delito que sea sancionado por las autoridades federales, que no pueden ingresar a nuestras instalaciones pero nosotros podemos identificar estos casos y en ese sentido analizarlos con nuestros abogados y con las autoridades”.

Un referente es el caso de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que ha mostrado el riesgo al que está expuesta la comunidad estudiantil por la operación de grupos que ofrecen y venden drogas a los estudiantes.

Como resultado de investigaciones que solicitó la UNAM fueron detenidos 13 presuntos narcomenudistas y las autoridades universitarias enrejaron los puntos conflictivos.

La UAM tiene cinco unidades: Azcapotzalco, Cuajimalpa, Lerma, Iztapalapa y Xochimilco. En la delegación donde se ubica el plantel Iztapalapa no sólo no se combatió la venta de drogas entre las comunidades estudiantiles, que preocupaba en 2002, sino que incrementó el consumo de droga en jóvenes de esa demarcación.

De acuerdo con cifras del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones, al menos en los últimos años, Iztapalapa lidera la lista. También, de acuerdo con datos del primer semestre de este año de la Procuraduría General de Justicia capitalina, la delegación Iztapalapa es la que tiene el mayor porcentaje de delitos de alto impacto.

En los primeros meses de este año, la PGJ también reconoció que en la zona sur de la ciudad han incrementado los delitos como homicidios por ejecución, relacionados con la venta de drogas.

Peñalosa Castro, aunque admitió no tener aún un diagnóstico, afirmó: “Hay protocolos de seguridad y de atención a ciertos conflictos pero creo que tenemos que hacer un diagnóstico de protocolos que funcione”.

Afirmó que para que los protocolos funcionen se tienen que integrar a los trabajadores para que colaboren de la mejor manera y no se conviertan en un factor de riesgo.

En estos protocolos aplicarán medidas como la restricción de ingreso a los planteles, mediante sistemas automatizados.