El experimento para entender el tráfico

 

Tú podrías estar generando el congestionamiento vehicular


Autor del Texto en la Revista Cambio:ALEJANDRA DEL CASTILLO

Lo importante es llegar. Y cuando te subes al auto te transformas en un personaje: eres el monstruo al que todo le estorba, te haces uno con el claxon, manejas como viejito, dejas pasar a todos, te posee el espíritu de “rápido y furioso”, repites algunos mantras, tu lema es “echar lámina”, eres un despistado con suerte o te resignas y usas tu auto como karaoke, pero, mientras todo esto sucede, tu actitud toma decisiones para poder llegar y esa conducta altera el comportamiento del tráfico. Podrías ir lento y avanzar más. ¿Quieres llegar? No dejes de leer.

Carlos Gershenson García y Luis Enrique Cortés, investigadores del Instituto de Matemáticas Aplicadas y Sistemas (IMAS) de la UNAM, viven el congestionamiento de la Ciudad de México igual que tú y reflexionan sobre el tema desde las matemáticas o desde la bici con la que Carlos se transporta.

Ambos participan en la investigación Traffic games y esto funciona al observar el comportamiento de los vehículos y la toma de decisiones de los conductores desde la cultura de juegos.

Vas en tu auto y eres un cochecito en el tablero tratando de llegar. Los vehículos inmersos en el tráfico desempeñan diferentes juegos a la hora de participar. El juego se determina por las decisiones que tomes o lo que hagas para lograr algo.

En la congestión vehicular se juegan muchos juegos, por ejemplo, un conductor intenta maximizar su velocidad para llegar más rápido a su destino, mientras a un pesero no le interesa llegar pronto, su toma de decisiones se basa en maximizar su ganancia, por eso su prioridad es hacer paradas y reunir la mayor cantidad de pasaje posible. Ambos forman parte del tráfico, pero participan en juegos completamente diferentes.

Los roles en los juegos del tráfico son muchísimos. Ahora los investigadores han determinado su objeto de estudio en las interacciones de cambio de carril y han etiquetado a los vehículos como cooperadores o egoístas, de esta manera el grupo de estudio participa en el mismo juego.

En el juego algunos conductores cambian de carril de una forma egoísta y los otros piensan en la gente de forma cooperativa.

La etiqueta cooperativa corresponde a los conductores que indican con sus luces que quieren cambiar de carril y otro conductor cooperativo ayuda a que el cambio suceda, situación que es complicada en la Ciudad de México porque sucede que los conductores egoístas aceleran o simplemente se te avientan.

El comportamiento del conductor cooperativo es amable y considera a los demás automovilistas. En la ciudad lo tildarían de conductor “viejito que deja pasar a todos”, sin embargo en esta necesidad de avanzar, resulta que el mejor cambio de carril sucede cuando se cede el paso y nadie tiene que frenar, porque “con que avancemos despacito podemos ir más rápido”, explica Luis Enrique mientras cita un artículo que escribió Carlos. “Luego lento es más rápido”, igual bajas la velocidad pero nadie se detiene, nadie deja de avanzar.

“Cuando hay pocos coches no importa, pero cuando hay muchos coches, si alguien está acelerando y frenando, genera oscilaciones y eso hace que los demás coches tengan que acelerar y frenar, estas variaciones no sólo son peligrosas, sino menos eficientes a diferencia que todos vayamos al mismo paso y avanzando”, explica Carlos.

La poca información con que los conductores toman sus decisiones provoca que para ellos sea mejor acelerar ante la direccional ajena, no ceder el paso, aventarse y echar lámina. Y aunque parezca que hablamos únicamente de comportamientos humanos, el modelo matemático arroja un resultado de los tiempos para llegar de una distancia a otra que son la suma de la evolución de la cooperación, el flujo de tráfico y los comportamientos de desempeño en la movilidad.

En función de los comportamientos humanos, no somos siempre los mismos, los conductores fluctúan sus conductas cooperativas y egoístas, lo que quiere decir que no siempre somos cooperativos, ni tampoco egoístas.

Para identificar qué clase de conductor eres, Luis Enrique recomienda contar cuántas veces has sido gandalla o amable con los demás para polarizarlo, “si eres gandalla, empieza a equilibrarte, porque tienes que estar equilibrado”.

Existe un beneficio en los tiempos de traslado según las decisiones que se tomen en los juegos del tráfico, ya que “en este tipo de juegos no es uno contra el otro, es tratar de tener el beneficio individual pero sin perjudicar a los demás, no se trata de los individuos contra el grupo, porque el individuo es parte del grupo” concluye Carlos, no sin antes mencionar que el problema principal es el incremento de los autos en las calles y eso va en aumento.

Solamente hay que considerar que la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) reportó la compra de 123 260 unidades en el mes de enero de 2017 con un aumento comparativo del 3 % en la adquisición de enero del 2016 y con la noticia de registrar un aumento de ventas en los autos seminuevos debido al programa “Hoy no circula”.

El cálculo de Carlos indica que el crecimiento del parque vehicular llevará a la Ciudad de México al colapso y que con el valor de 500 000 autos nuevos se podrían construir dos líneas de Metro o 40 de Metrobús.

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JCA