“Yo tengo mi nombre”. Por ser negra ha sufrido racismo

 

Me llamaban “more” por tener la piel negra, recuerda Mayra


“En México, la piel negra es motivo de racismo”, reflexionó Catalina Díaz Valladolid, quien es proveniente de Santiago Jamiltepec, Oaxaca, una comunidad en donde viven personas que sufren esta agresión día a día.

“Por ser negra he sufrido racismo, lo sufrí en la ciudad de Oaxaca, porque llegué a trabajar en una dependencia de gobierno y me decían ‘negra’, ‘negra’ y yo tengo mi nombre”, afirmó.

Catalina no es el único caso de discriminación por el color de la piel, también Mayra Herrera, de Collantes, lugar ubicado en el municipio de Pinotepa Nacional, Oaxaca, relató su historia.

“Me fui a Guerrero a estudiar para terminar mi secundaria y ahí trabajé en una fonda, y cuando iba a los negocios a repartir comida, la gente no se molestaba en preguntarme mi nombre y de entrada nada más me decían ‘more’. No me molestaba, pero es que tengo un nombre y una identidad”, recriminó con firmeza Mayra.

Como ellas, 1.4 millones de personas se asumen como afromexicanas en el país, lo que representa 1.2 por ciento de la población nacional. Estas mujeres aseguran sentirse discriminadas y violentadas por el color de su piel.

“México es un país libre para gozar nuestras igualdades, pero no estamos dentro de la igualdad, porque nos han discriminado y excluido de las políticas públicas, nos han excluido de los trabajos laborales, por ser negras”, insistió Catalina.

Ella, junto con un grupo de diez mujeres afromexicanas, presentó con mucho orgullo “La Danza de las Diablas” dentro del Foro “Mujeres Afroamericanas de la Costa Chica: retos y avances por el reconocimiento de sus derechos”, que se llevó a cabo este miércoles en el Museo Memoria y Tolerancia.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó en la Encuesta Intercensal 2015 que, del total de personas que se asumen como afromexicanas, 705 mil son mujeres.

La mayoría de los ciudadanos de este grupo habita en Guerrero, especialmente en la región de la Costa Chica, donde 6.5 por ciento de la población estatal se considera afromexicana; en Oaxaca, 4.9 por ciento; en Veracruz, 3.3 por ciento; y en la Ciudad de México, 3 por ciento.

“Es importante visibilizarnos como mujeres negras, como mujeres afromexicanas, mostrar que sí existimos y que sí hay pueblos negros para que se respeten nuestros derechos humanos”, expresó Catalina.

El grupo exigió al Gobierno Federal que se implementen políticas públicas en materia de educación, salud y cultura. Pidió a la Secretaría de Educación Pública (SEP) que incluya en los libros de texto la historia y aportes de los pueblos afromexicanos al desarrollo del país.

Además, exigieron que se les trate de forma digna en centros de trabajo y dependencias gubernamentales, que se les brinde atención médica y que se castigue la violencia sexual que viven bajo el estereotipo de que “las mujeres negras son sexualmente disponibles”.