Candidaturas independientes son una tomadura de pelo

 

La ley electoral debe ser modificada para que cualquiera que aspire a una candidatura la pueda obtener y que sean los votantes los que finalmente decidan si dicho candidato merece su voto


En 2012 fueron reformados el artículo 35 de la Constitución y la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, con el fin de permitir que ciudadanos independientes no afiliados a partido político alguno pudieran ser candidatos a cualquier cargo de elección popular.

Desde entonces señalé que los legisladores federales y estatales que aprobaron dichas reformas sólo habían actuado con el fin de defender a la partidocracia que actualmente es rechazada por la mayoría de los mexicanos.

Entonces dije que eran excesivos y casi imposibles de cumplir los requisitos que la ley les exigía a las personas que deseaban participar como candidatos independientes en las elecciones federales y locales.

Nuestros legisladores se aseguraron de establecer condiciones que solamente podían ser satisfechas, y después de muchas dificultades, por una minoría de hombres y mujeres que tuvieran acceso a un elevado monto de recursos económicos y amplios contactos políticos. En pocas palabras, personas que pertenecieran a la élite político-económica del país.

Recordemos solamente lo que la ley le exige a un ciudadano “común y corriente” que desea ser candidato a la Presidencia: recabar el apoyo a su candidatura de 866 mil 593 personas, las cuales deben estar distribuidas en al menos 17 entidades del país y ser registradas en la App Apoyo Ciudadano, que el INE puso a disposición de los aspirantes.

Desde 2012 dije que quienes buscaran una candidatura presidencial independiente debían tener muchos millones de pesos a su disposición. Y así fue en 2018.

De acuerdo con información que proporcionan al INE, los aspirantes a una candidatura independiente Armando Ríos Piter, Jaime Rodríguez y Margarita Zavala gastaron 38.2 millones de pesos. Cada firma le costó 4.40 pesos a Ríos Piter, 15.8 pesos a Rodríguez y 12.90 pesos a Zavala.

Rodríguez reportó ingresos por 19 millones 186 mil 61 pesos y gastos por 19 millones 185 mil 37 pesos. De su propio bolsillo gastó 245 mil pesos y recibió 18.9 millones de pesos de sus simpatizantes.

Ríos Piter reportó ingresos por 5 millones 217 mil 528 pesos y gastos por 5 millones 216 mil 284 pesos. De su bolsillo aportó 724 mil 28 pesos y obtuvo 4.4 millones de pesos de sus simpatizantes.

Zavala reportó ingresos por 3 millones 790 mil 114 pesos y gastos por 13 millones 864 mil 592 pesos. No aportó un solo centavo de su bolsillo, recibió de simpatizantes 2 millones 4 mil 614 pesos, y por autofinanciamiento obtuvo un millón 785 mil pesos. Debe explicar de dónde obtuvo los 10 millones 74 mil 978 pesos restantes.

Todo lo anterior confirma que para cualquier mexicano es virtualmente imposible lograr una candidatura independiente a la Presidencia de la República y que la reforma que autorizó las candidaturas independientes fue una verdadera tomadura de pelo, ya que dichas candidaturas solamente pueden ser alcanzadas por políticos profesionales que tengan acceso a los millones de pesos necesarios para tratar de obtenerlas.

La ley electoral debe ser modificada para que cualquiera que aspire a una candidatura la pueda obtener y que sean los votantes los que finalmente decidan si dicho candidato merece su voto.