Edomex: 220 mmdp, AMLO, Peña Nieto y presidencia 2018

 

La elección mexiquense será un laboratorio político para 2018


La verdadera batalla por el Estado de México, que comenzó el domingo, se dará entre Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador en tres puntos clave: estructura electoral, recursos económicos y victoria mediática.

De ahí la existencia de una alianza discreta entre el PRI y el PAN. La filtración de datos sobre una investigación penal de la PGR contra la familia Vázquez Mota por negocios irregulares ha sido neutralizada por el Gobierno Federal; descartar desde ahora al PAN implicaría una lucha bipartidista PRI-Morena que Los Pinos no desea.

La elección mexiquense será un laboratorio político de las presidenciales del 2018 por razones concretas:

1.- La ruptura hasta ahora en el Grupo Atlacomulco; el priísta Alfredo del Mazo Maza representa a esa familia del poder – su padre y su abuelo fueron gobernadores mexiquenses–, pero el exgobernador Arturo Montiel –tío del presidente Peña Nieto– metió como independiente al polémico y folclórico exlíder priísta Isidro Pastor. Si bien no va a dividir el voto ni el poder del Grupo Atlacomulco, sí mandará mensajes extraños a las élites locales. Montiel quiere un pacto con Peña.

2.- Lo que verdaderamente está en juego en la elección mexiquense, antes que el 2018, es el presupuesto estatal de más de 220 mil millones de pesos; este gasto estatal cubre las necesidades de programas locales y deja bastante disponible para otros menesteres. Ahí radica el dinero electoral que maneja desde siempre el gobierno del Edomex en campañas en otros estados y en las presidenciales. Dejarle el gobierno estatal y esos recursos a López Obrador sería tanto como fortalecerlo financieramente para su campaña presidencial. Al final de cuentas, la candidata morenista Delfina Gómez es una botarga o Juanita de López Obrador; el tabasqueño no va por los votos, sino por el dinero presupuestal, siempre el vulgar dinero.

3.- La batalla real en el Estado de México será de estructuras electorales y no de debates mediáticos; el uso de los medios para filtrar escándalos, escalar acusaciones y convertirlos en templetes de mítines sólo servirá para crear un ambiente político. La maquinaria electoral del PRI es muy fuerte, López Obrador sólo confía en su imagen y el acarreo pagado y el PAN se está ahogando en pugnas en las élites por el 2018 y una candidata sin rumbo.

4.- El factor presidencial 2018 en el Estado de México está como telón de fondo: Peña Nieto quiere mantener Edomex para llegar fuerte dentro del PRI a la hora de designar al candidato presidencial, López Obrador quiere avanzar en la elección mexiquense por el efecto mediático que ya tuvo en Veracruz y Felipe Calderón busca en su presencia mexiquense fortalecer su opción de reelección a través de su esposa Margarita Zavala de Calderón. Son tres figuras presidenciales detrás de una elección local.

5.- El PRD se juega su futuro en la elección mexiquense porque puede ser aplastado por Morena. Y los primeros datos revelan que su bastión en Neza no le alcanzará para un saldo electoral superior a 10%. En este sentido, el PRI también podría estar operando algo a favor del PRD para limitar las posibilidades de López Obrador.

6.- Y el Estado de México sería un adelanto del 2018 en materia de pluralidad y efectos finales de la fragmentación del voto: ocho candidatos a gobernador, cuatro estatales bajan el saldo necesario para ganar, igual para PRI que para López Obrador.

De ahí que la elección mexiquense sea la madre de la batalla presidencial 2018.

Política para dummies: La política es el arte de usar el poder para… mantener el poder.