Imperio de papel

 

Trump (si llega a ser presidente) está decidido a rechazar acuerdos de comercio e instituciones multilaterales


Amigos, aliados y enemigos de EU observan estupefactos el inesperado éxito del empresario neoyorquino Donald Trump, quien le puso nombre, según él, a los responsables del deterioro de la vida de la población blanca en EU; de la pérdida de empleos; del aumento de la inseguridad y de la violencia, ofreciendo una salida política a un segmento enorme de la población que se siente “amenazada” por las minorías latinas, afroamericanas, musulmanas y asiáticas.

Con el lema “Estados Unidos primero”, Trump (si llega a ser presidente) está decidido a rechazar acuerdos de comercio e instituciones multilaterales, adoptando una línea rigurosamente dura respecto de la migración ilegal, y a modificar el esquema de alianzas de seguridad y defensa de su país, incluso sin saber siquiera qué tan benéfico sería o no para su país.

La ignorancia de este personaje de la política de EU es brutal; es incapaz de dominar la información más básica sobre los grandes problemas de la vida pública, le basta con ridiculizar a otros, mofarse de alguien o abordar superficialmente cualquier asunto para salir del paso y alcanzar audiencia.

La época en la que vivimos se alimenta mayormente de la web, es decir, de Facebook, Twitter y sitios con tendencia a abordar temas coyunturales de forma fragmentada y trivial, con escarnio y morbo, con la única finalidad de que sea redituable en “clics”.

El escenario político de EU es complejo, las siguientes tres semanas en nuestro vecino país del norte serán cruciales. Nunca antes los aspirantes demócrata y republicano a la Casa Blanca habían representado dos posturas tan dispares y contradictorias, y los aliados de Norteamérica observan con estupor cómo un sórdido magnate inmobiliario erige un imperio de papel a costa del odio y del temor.