“No ha perdón y no olvidamos… Aquí nadie se rinde”

 

Inauguran el Monumento a la Ausencia y declaran Tlatelolco Patrimonio Cultural


Severino Sánchez, sobreviviente de aquella “tarde soleada” del 2 de octubre de 1968, en Tlatelolco, toma el micrófono. Han pasado 50 años de uno de los episodios más trágicos y vergonzosos en la historia de México. Ha pasado medio siglo de que el Estado asesinó a sus propios hijos, indefensos estudiantes de entre 15 y 20 años, en un operativo militar perfectamente sincronizado. Severino está parado encima del Monumento a la Ausencia, donde ve las huellas de decenas, cientos de compañeros que estuvieron con él en Tlatelolco.

Severino voltea a ver al rector Luis Enrique Graue; luego al jefe de gobierno José Ramón Amieva. Con la voz entrecortada dice: “La Plaza de las Tres Culturas quedó ensangrentada por los cuerpos de los muertos y los heridos. La lluvia que cayó esa tarde extendió la sangre y la huella del terror de la mascare quedó marcada en la plaza por cientos de prendas de los que acudimos ahí: zapatos, bolsas, anteojos, plumas, mochilas, portafolios”.

“Es uno de los momentos más emotivos de la conmemoración del Movimiento Estudiantil del 68 que realiza la UNAM. Se trata de un memorial dedicado a las personas injustamente ausentes”
Ricardo Raphael / Director del CCUT

Sólo de escuchar a Severino se hace un nudo en la garganta. “Hoy, 1 de octubre del 2018, a  50 años del genocidio cometido por Díaz Ordaz, Luis Echeverría, los altos mandos del Ejército y la policía secreta que participó esa tarde, a ellos y a su masacre les decimos todos los sobrevivientes del 68 y toda la ciudadanía: No hay perdón y no olvidamos; justicia es lo que pedimos. No queremos dinero, no queremos disculpas ni monumentos, queremos justicia. Hoy, el movimiento está vivo porque hay miles de jóvenes dispuestos a tomar las banderas del 68, que son las libertades democráticas, los derechos humanos, de la mujer, de opinar y de pensar. Por eso decimos: ¡El movimiento vive, la lucha sigue, aquí nadie se rinde!”.

Al cumplirse los 50 años de la masacre estudiantil, el lugar que fue testigo de tan lamentables hechos, así como de diversos momentos importantes en la historia de nuestro país, Tlatelolco, obtuvo ayer la Declaratoria de Patrimonio Cultural Intangible como Sitio Emblemático de la Memoria Histórica de la Ciudad de México.

“Para nosotros, esta declaratoria es generar un justo reconocimiento como un sitio emblemático que da vida y presente a nuestra memoria histórica. Esos elementos que se recogen desde la época prehispánica hasta la actualidad, constituyen un patrimonio que se erige en una herencia que será transmitida de generación en generación, como una riqueza de ideas, costumbre e identidad”, señaló el jefe de gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva, durante el evento de declaratoria que se llevó acabo en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT).

En el mismo acto, el rector de la UNAM celebró la declaratoria pues, dijo, se trata de un conjunto emblemático de la memoria histórica de México.

“En esta plaza, en estos edificios y en sus muros están finalmente las aspiraciones de lo que esta ciudad ha sido y ha pretendido ser. Este sitio guarda, intangiblemente, la historia de nuestra ciudad, las vidas y muertes de quienes habitaron o estuvieron en ella; sus anhelos, la evolución de nuestra cultura y la capacidad de adopción de nuestra ciudad”, externó Graue.

Subrayó que no existe en la ciudad un sitio de tal trayectoria, con símbolos materiales visibles y palpables, con esa historia y con la simbología intangible de resistencia, transformación, resilencia y constante adaptación, como este lugar emblemático.
El rector recordó que fue en La Plaza de las Tres Culturas, que el 2 de octubre hace 50 años, la resistencia civil del Movimiento del 68 fue acallada y masacrada.

“Es una fecha y un acontecimiento que, efectivamente, nunca debemos olvidar, pues su origen encauzó una larga trayectoria de luchas por nuevo valores y libertades de los cuales gozamos hoy en día”, subrayó Graue.

Previo a la declaratoria y ante una decena de sobrevivientes a la masacre del 2 de octubre, se llevó acabo en el patio del CCUT, la inauguración de la instalación Monumento a la Ausencia, proyecto antimonumental de la artista israelí Yael Bartana, que se propone como espacio de memoria y forma parte de una resolución de reparación simbólica colectiva.

“La violencia fue el resultado de las ausencias constitucionales. Durante 50 años estas ausencias permanecen, por eso, este monumento está dedicado al 68 y a la vez remite a las demás ausencias”
Yael Bartana / Escultora

Finalmente, se presentó la Colección M68 Ciudadanías en Movimiento (www.m68.mx), centro de las conmemoraciones de la UNAM por los 50 años del movimiento estudiantil. Una plataforma digital de libre acceso que parte de 25 mil registros y 100 mil objetos digitales provenientes de 47 archivos y expedientes gubernamentales, sobre los movimientos sociales, políticos y culturales más significativos de 1968 al día de hoy.

“La plataforma reúne una gran cantidad de documentación relativa a las distintas movilizaciones sociales que, desde los años 60 hasta ahora, han construido el reconocimiento de derechos en México. Se trata de un trabajo de muy largo plazo que seguirá en permanente construcción. Con esta plataforma queremos construir entre todos la memoria”, señaló Luis Vargas, investigador.

Para integrar el repositorio se digitalizaron casi 30 mil documentos, principalmente del Archivo General de la Nación y de diversos archivos personales. Además, se incorporaron las donaciones de documentos y fotografías físicas y digitales, realizadas de 2007 a la fecha, así como las 122 entrevistas realizadas entre 2007 y 2018 a los participantes históricos, activistas, testigos y familiares.