Oaxaca: no es la 22 ni la educación, sino el PRI y Murat

 

La política es la ciencia del engaño


Si la política es el juego de los espejos, entonces la crisis magisterial en Oaxaca no es más que una ilusión óptica del poder.

Lo que se dirime no es la aniquilación de la Sección 22 de la CNTE ni el control de la política educativa, sino la política en su expresión más descarnada: del poder.

En este contexto, lo que se encuentra detrás –al lado, escondido, en el trasfondo– del caso Oaxaca son algunos puntos:

1.- El escenario de 2018: la liquidación del secretario de Educación, Aurelio Nuño, y el reposicionamiento del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

2.- Una disputa por el poder entre las familias priistas que se lo jalonean desde 1986: Heladio Ramírez López, Diódoro Carrasco, José Murat Casab, Ulises Ruiz Ortiz y Gabino Cué como pieza del grupo Carrasco.

3.- A cambio de privilegios, contratos, recursos e impunidad, la Sección 22 ha jugado al ritmo de los intereses del PRI.

4.- Ahora mismo en Oaxaca se redefine el poder con la gubernatura electa para el PRI con su candidato Alejandro Murat Hinojosa, hijo de José Murat Casab. Y en este contexto de pronto la 22 se convierte en un nuevo problema que favorece al cacicazgo de Murat y su reelección en la figura de su hijo.

5.- La 22 ha sido controlada por Murat Casab, la utilizó en contra de la maestra Elba Esther Gordillo, la manipuló en 2006 contra el gobernador priista Ulises Ruiz Ortiz, que había limpiado de muratistas a su gobierno, la operó en 2010 para derrotar al candidato ulisista a la gubernatura y la neutralizó para que ganara su hijo en 2016.

6.- Como el poder obnubila la razón, el juego político de Murat Casab es claro en Oaxaca: crear un problema, usar a su hijo como gobernador para resolverlo, venderle el favor a Gobernación en 2018 y colocar en 2022 a su hijo como precandidato presidencial para 2024.

7.- La lucha de la 22 responde al proyecto político de Murat Casab; por eso la dirección sindical no se preocupó por el arresto de sus dirigentes. La decisión de Gobernación de no usar la fuerza para romper bloqueos fue parte de la negociación secreta de Murat Casab con la 22.

8.- El próximo gobernador Murat Jr. necesita neutralizar a los grupos priistas del poder. Y desde su fundación en 1979 la CNTE en Oaxaca ha sido un instrumento del poder político priista.

9.- La 22 gana el mantenimiento del statu quo, sus privilegios, algunas concesiones en educación indígena y sobre todo su autonomía como sección para el manejo de las cuotas sin salirse del SNTE que es el titular de las relaciones laborales de los maestros con el Gobierno.

10.- La victoria de Murat Jr. en la pugna interna y en la elección constitucional careció de amarres de poder; por eso estalló la crisis con la 22 sin beneficiar a López Obrador, sino sólo al servicio del juego de poder del ex gobernador Murat Casab.

En los hechos reales, la crisis de 2016 es la misma de 2006: la disputa por el control del poder en Oaxaca entre familias priístas y el escenario de sucesión presidencial que en 2006 atropelló a Roberto Madrazo porque prefirió a Ulises Ruiz y no a Murat Casab.

El ex gobernador Murat Casab está jugando la sucesión de 2018 y la de 2024.


Política para dummies: La política es la ciencia del engaño.

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